Los cumpleaños nos pasan sólo una vez al año.
Cuando sin darnos cuenta, ya nos volvimos viejos
Debemos aceptar que aquí no hay más engaño
que aquel que nos impide, mirar en los espejos.
Si cuando entré, veintiocho, ella sólo tenía.
Y fue el mes de diciembre, precisamente el dos.
¿Porque ahora nos presume nuestra escritora Lía
de tener veintinueve? Alabado sea Dios.
Lo mejor te deseamos los que leen este verso.
Un abrazo sincero, que te haremos llegar.
De regalo, una estrella que legó el universo
para una compañera, que en su cumple ha de estar.
Queremos que tus letras nos sigas regalando
con bellas reflexiones, que nos haces sentir.
Para que tus lectores, sigamos disfrutando
y continuemos todos con ganas de escribir.
Por último, estos versos, con humildad haremos.
Si acaso este presente, nos quieres compensar.
Tú, dinos a qué casa nos vamos. Y corremos.
No sea que te arrepientas, cuando nos veas llegar.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales