EL LIMPIAVIDRIOS<>
La fina lluvia caía y el pavimento mojado, parecía
un espejo donde se transmutaba el paisaje de aquella
ciudad reflejado en aquel suelo húmedo, como si de
otro mundo se tratara, el suelo reflejaba en blanco
y negro aquella ciudad de tonos grises, y vapor de agua.
El sustento de aquel hombre era el de limpiavidrios.
Cada día limpiaba los vidrios de cualquier oficina, despacho,
u oficina y en su quehacer diario disfrutaba de su trabajo.
El se imaginaba un gran Mago, cuando limpiaba los vidrios era
como transformar aquel cristal en uno nuevo y diferente.
En una de esas veces algo diferente pasó, se vio diferente
al ver su imagen reflejada, en aquel vidrio.
El siempre se vio joven, alegre, y atractivo.
Aquel día la imagen que le ofreció el cristal, fue la de un
hombre viejo, triste, y amargado.
Ese no era él, ¿Quien seria aquel tipo?...
Aquella imagen aparecía a veces, y se mezclaba con
su imagen real, de manera arbitraria.
Comenzò sin darse cuenta hablar con aquella imagen.
Y la imagen le miraba pero enmudecía, sin embargo
él seguía hablándole, y acabó por ser alguien quien debía
de hacer desaparecer.
Su mente se sentía torturada, por aquellos vidrios que limpiaba.
¿ Estaría loco?...
El médico le recomendó descanso, y eso fue lo que hizo.
Durante un tiempo su mente descansó dejó de limpiar vidrios.
Y procuraba no mirarse ni siquiera en los espejos.
El lugar que escogió para descansar, fue un pequeño pueblo.
Donde deseaba descansar, y recobrar la tranquilidad perdida.
Pero su mente no dejaba de pensar, empezó a tener fobia a los
cristales, tenia miedo de ver reflejada aquella imagen.
Los espejos, los cristales, los objetos que reflejaban superficies
empezaron a ser una tortura para él.
Pero la curiosidad podía más que el miedo y empezó a ver imagenes,
escenas, de la vida cotidiana, cuando miraba en una superficie pulida.
Veía imagenes, escenas personas que no conocía, historias de sus vidas.
Volvió a su trabajo, y durante unos meses todo fue normal.
El Mago del vidrio transformaba cristales sucios, en relucientes
espejos.....
Este pensamiento le hizo pensar, puede que lo que él veía no fuera
sino lo que el reflejo de aquellos cristales veían.
Escenas de la vida diaria, situaciones ocasionales, momentos donde
aquellos cristales eran testigos.
Cuando estaban sucios la energía de esas vidas quedaban enterradas
entre esas partículas, de polvo, gases, y suciedad acumulada.
Y cuando el las limpiaba las veía desaparecer, poco, a poco, hasta
que los cristales quedaban limpios y relucientes.
De alguna forma él veía cosas que nadie más veia, como los Magos.
Y las hacia desaparecer, empezó a sentirse especial y diferente.
Dejò de tener miedo a las superficies pulidas.
Y se sentía orgulloso de su oficio de ""limpiavidrios" él era el Mago
de los vidrios, alguien muy especial capaz de ver en los cristales mucho
más que su propia imagen, y hacerlas desaparecer con solo pasarle un trapo.
FIN
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