Denunciar relato
Esas personas que no pueden esperar a salir del edificio donde está ubicada su casa, durante unos escasos cinco o diez segundos, para encenderse un cigarro compartiendo así los gases tóxicos que desprende la citada droga con vecinos, tengan la edad que tengan, e incluso con su propia familia (sangre de su sangre que cada vez se mueve con más dificultad por unas arterias machacadas.
Venga... Démosle un aplauso.
A la de una, a la de dos...
¿Pero será posible?
¡Pues no estábais ya con las manos preparadas, a punto de dar la primera palmada...!
Madre mía, qué guantá tenéis "tos".
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