¿Qué delito cometió el elefante para sufrir el castigo a que estaba predestinado?, sin duda ser grande y tener una inteligencia por encima del resto de los animales. Pero su mayor castigo es ser el punto de mira del mediocre, del mundano, del insolidario.
Sus mayores le mostraron el instinto de supervivencia del reino animal, pero nada le contaron sobre de quién protegerse fuera de su especie.
Engañado lo situaron en el punto de mira sin ofrecerle la menor opción de defenderse y de luchar en igualdad de condiciones. El cazador desaprensivo solo buscaba satisfacer su ego, el de conseguir la mayor presa que podía tomarse. Y con su trofeo, mostrar a sus íntimos la gran proeza. La inútil proeza del sacrificio innecesario.
El elefante, indefenso, sucumbió a su destino pero, en el reino animal existe su dios, un Dios que quiso vengar su memoria castigando a su ejecutor, pero no pagándole con la misma moneda, sino con el castigo de su propia conciencia.
La conciencia recriminó sus desmanes sacándolo del anonimato, haciendo que su proeza surcara tierras y mares. El cazador en su interior sintió la vergüenza de sus excesos recriminándose sus hechos, en contraposición a sus palabras. Se confesaría buscando la exculpación por lo divino, lo que no tenía claro es si sería exculpado por lo terreno.
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