No te metas en lo que no te corresponde

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Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
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Este no es un cuento fantástico aunque me dan ganas de empezar con el típico "había una vez", me voy a resistir  y decir: era una tarde de febrero,  el clima estaba agradable, había viento pero agradable.

El té estaba servido en la mesa y la señora Rewing charlaba alegremente con el ama de llaves.

En eso se escucharon  unos golpes en la puerta, era William el esposo de Rewing:

-Adelante -dice ella en tono muy formal

 -Bueno te quería decir que Briana-(era la hija de los dos, tenia 13 años) quiere ir a la casa de una amiga

- Bueno puede ir pero que valla a poner flores al jardín comunitario está más seco que el desierto-tratando de parecer jocosa.

Al cortar Briana su celular, fue a comprar semillas de distintas flores y verduras. Al llegar al jardín comunitario Briana comenzó a cavar un pozo con sus manos y empezó a sembrar semillas y a regarlas. De repente al cavar en un lugar mucho más apartado encontró: primero unos anteojos, después un cráneo de un tono amarillento. Asombrada Briana siguió cavando y descubrió el cadáver entero. Parecía de una mujer, a simple vista era una señora de 50 o 60 años. Briana salió corriendo a decirle a su familia lo que había encontrado; creyó que tal vez pensarían que es una broma y ella quedaría como una mentirosa, mejor iba a sacarle unas fotos al esqueleto y llevarlo a la comisaría.

Al llegar a su casa toda transpirada su madre preguntó que pasaba y por qué no estaba en el jardín, Briana no quería decirle que iba a buscar la cámara para sacarle una foto a un cadáver entonces tuvo que decirle que quería comprar más semillas con sus ahorros.

Briana, ahora en el jardín comunitario se había olvidado que tenía que ir a

 Casa de Esperanza (su amiga) y ella seguía fotografiando el cadáver.

Esperanza ya estaba asustada, principalmente por su amiga que no venía y

Decidió llamarla al celular pero no respondía.

Briana ya estaba en la comisaría en la sala de espera aguardando ser atendida por un oficial.

Al cabo de media hora fue atendida; ella mostró sus pruebas y contó lo sucedido.

Todos en la comisaría se lo tomaron a broma, excepto el oficial Sánchez, que entre carcajadas mal fingidas sentía cierta preocupación.

 Cuando Briana arribó a su casa la misma estaba vacía. Al entrar empezó a contar el hecho sin omitir que los policías no le creyeron…

Briana se sorprendió al no escuchar nada y entre un gran silencio subió las escaleras que conducían a su alcoba y se recostó en la cama. Cuando de pronto escucho sonar la puerta, sorprendida bajó  las escaleras con mucha ansiedad por saber quién tocaba. Al abrir la puerta descubrió que era el oficial Sánchez, sin dejar de resaltar que tenía un cuchillo en el pecho y estaba muerto.

Ella se fue corriendo a su cuarto, y en él se quedó dormida; la despertó un golpe en la cabeza y un ruido a vidrio roto. Ella se exalto y leyó con atención la piedra, esta decía: NO TE METAS EN LO QUE NO TE CORRESPONDE

Sin pasar por alto que la misma estaba escrita con sangre.

La pobre Briana, yacía en su rosado cuarto llorando, somnolienta.

Nada hubiera hecho sentir a Briana preocupada si no hubiera sido por esa mañana.

El día estaba soleado, los pájaros cantaban y parecía que el sol estaba más amarillo y caluriento que nunca, En la casa de Briana había olor a tostadas quemadas y dulce de ciruela, el desayuno perfecto, esa mañana la despertó a Briana un beso húmedo y ruidoso de su madre

-Vamos Briana, ¿no me digas que con este calor querés seguir durmiendo?

Por un momento Briana creyó que todo había sido un sueño pero la roca la hizo cambiar de opinión. Esa mañana Briana tomo el desayuno en la cama, la sonrisa de su mamá no la convencía en nada, tal vez ocultaba algo(pensó ella, imposible, o tal vez era una sorpresa); el sol entraba por su ventana rosa de marcos azules e iluminaba la rosada alcoba, desde el piso lustrado de madera, hasta las antenas de la mariposa plástica ya descolorida, que la niña tenía en el techo.

Esa tarde Briana e disculpo con Esperanza, la cual estaba muy preocupada.

Briana y Rewing charlaron y Rewing le dijo que iba a viajar con William y

Que Briana tendría que quedarse sola en su casa; la sonrisa de Briana fue disminuyendo hasta caer en puchero y de sus ojos comenzaron a brotar lagrimas celestes y muy brillantes, La señora Rewing le hizo a Briana una cara de molestia y se fue sin decir palabra. Rewing pensó todo el camino al aeropuerto que su hija estaba mal y que tenia que madurar, ese no era un carácter de señorita, pero con el tiempo seguramente Ya se le iba a pasar.

Pero no fue así, lo siguientes 9 días fueron de lo peor, Briana ya se había olvidado del cadáver y ahora estaba preocupada por algo más importante: el viaje de sus padres.

Al décimo día del viaje de sus Padres, Briana se decidió viajar para allá.

¿Tenia todo? ¿Plata, libros, ropa, pasaje de avión plata para gastar allá?

El viaje fue corto, de una hora nomás, sus padres se habían ido a una ciudad vecina y no estaban lejos del aeropuerto.

Briana tenía la dirección anotada de sus padres; al llegar a la casa de los padres, estos la recibieron muy felices y Briana contó de su viaje a esta ciudad y que había dejado al ama de llaves en la casa.

Esa semana fue muy extraña, cosas horribles pasaron, cosas que parecían ataques, intentos fallidos de homicidios hacia Briana; un auto casi la atropella y casi se rompe la cabeza al caer de su cama misteriosamente empujada.

Nadie sabia lo que pasaba ecepto Briana que algo sospechaba, pero… ¿algo como que?… algo como que Briana no se había olvidado del cadáver, ni de la muerte de Sánchez, algo como que Briana en su maleta llevaba consigo la piedra.

Esa noche salieron a cenar, Briana comió pollo con papas fritas, estaba medio seco y las papas crudas pero eso no importa; la familia estaba lejos de s residencia entonces para volver se decidieron tomar un taxi. Al llegar, Briana estaba descompuesta y no se sentía nada bien. Decidieron ir al hospital.

En el hospital Briana se desmayo, le hicieron un electrocardiograma y descubrieron que estaba en coma; decidieron esperar hasta el día  siguiente.

Rewing y William estaban preocupados por su hija, no sabían  que le iba a pasar.

Al día siguiente Briana murió.

A la semana los médicos se enteraron que la muerte de la niña fue causada por envenenamiento.

 

 


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