Su hogar es el mismo en donde seguramente nació, la calle. Tiene entre 5 y 8
hermanos que ya no ve, y que de estar vivos por desgracia habitarían en la
misma morada que él. Sin importar el clima siempre viste el mismo atuendo, un
sobretodo marrón café ennegrecido por el polvo, un regalo de la vida
imposible de botar. Por su estilo de vida debe tener unos 50 años, se le nota
cansado, rendido y sin motivación, es lo que todos pensarían al verlo, y aunque
quisieras preguntarle su verdad no entenderías el idioma que habla, de
entenderlo serias considerado un loco, incluso por él. Sin embargo, la
comunicación no fue problema para conseguirse un amigo, no se hablan con
palabras sino con miradas y gestos. Comparten el mismo hogar y día a día lo
recorren, callejero lo hace a cuatro pasos, su amigo, a dos.
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