Proyección angelical

Samuel se encontraba caminando por un valle, cuando empezó el cielo a tornarse gris, avanzó con un paso más rápido, no quería que las gotitas de agua lo alcanzaran. En el cielo se dibujó una figura angelical, era una mujer extremadamente hermosa, con esa figura Samuel logró exaltarse sobremanera, no sabía si era el único que podía ver aquella figura en n el cielo, que parecía proyectada desde una parte elevada de una montaña. Él se dirigió hacia allá, en el camino se iba encontrando raramente con carteles que decían: quiero conocerte, quiero llevarte a la cima del placer, quiero que experimentes la sensación más excitante del universo, porque solo ésta fémina puede darte eso que quieres. Cuando llegó se encontró con una nave espacial, en la cual ni nos fijó, tan absorto lo tenia aquella imagen ahora real, que tenía de espaldas a sí, tenía unos glúteos delirantes, y unos pechos sin marca alguna, era perfecta. Iris se le acercó lentamente y dijo: no sufras más, aquí tienes mi cuerpo, para que hagas lo que quieras con el, y para que me obligues a hacerte lo que tú quieras. Acto seguido, ella liberó su sexo y saboreó cada parte de este, lo hacía como una buena esclava. Él estaba en la cima y le dijo, quiero hacerlo a la griega. Y así esta ninfómana extraterrestre recibió placer, pero dio mucho más. Su angelical cutis estaba rojo de tanto placer y él no aguantó más y se despojó del líquido seminal. Luego él y la viajaron a otra galaxia, gracias a los austeros gusanos, y también se volvieron más jóvenes, con lo cual formaron una unión especial.