AL SOLDADO DESCONOCIDO
Por Alejo Calderon
Enviado el 09/04/2014, clasificado en Infantiles / Juveniles
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-¡Corra!, ¡Dispare¡ ¡corra! Me gritó aterrado el delirante soldado.
-Tranquilo -le contesté- la guerra ha terminado! - una profunda alegría lloró en mi alma -.
Levanté la cabeza y vi la desolación ensangrentada del campo, los compañeros muertos parecían árboles talados y nuestros humeantes tanques viejas casas incendiadas.
-¿Lo ves? La guerra ha terminado! -le repetí enajenado a la vida-.
Miró con asombro mi cara ensangrentada donde se escondía una frenética alegría.
A pocos pasos se escuchó un clamor.
-¡Estúpido! - me gritó, mientras en vano quiso levantar el fusil para hacer una ráfaga.
-¡Soldado! -Repetí- ¡la guerra terminó!, escuche las sirenas.
Me miró con profunda tristeza. La mirada de su verdad fue convirtiendo mi alegría en extraño desvarío.
-Es la sirena de un funeral... -murmuró-
El tronar de los cañonazos sepultó su voz.
-La guerra termina cuando mis compañeros vuelvan a la vida! -gritó enloquecido en medio de las salvas.
El campo de guerra desapareció mientras yo entraba al cuarto de mi madre.
-¡Madre! - grité emocionado mientras la abrazaba- la guerra ha terminado!
No me contestó; siguió sumida en el tejido del cálido gorro que siempre necesité.
Bogotá, Mayo del 2001.
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