Denunciar relato
Después de que les quitó la radio, la prensa, la TV y la Internet, bajó de su trono para asegurarse que su voz fuera la única que se oyera. Los hombres, asombrados y las mujeres llorando, hacían fila para tocarle; mientras tanto, él les cosió la boca con alambre.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales