Se despertó a mitad de la noche, sentía que algo lo había depertado, tal vez un ruido o un roce, de inmediato se levantó de la cama, fue al baño y se miró en el espejo, cuando notóen el espejo que la cortina se movía, intentó mantener la calma, pero debido al constante movimiento de la cortina se asustó sobremanera. Se acercó lentamente a la cortina, necesitaba saber qué o quién producía aquel movimiento.
Cuando descorrió la cortina soltó un suspiro, solo era la ventana, la cual estaba abierta de para en par, pero entonces la invadió un miedo terrible, ella había dejado cerada aquella ventana, quién la había abierto si no vivía nadie más con ella. Cerró la ventana, pero cuando lo estaba haciendo escuchó unos pasos cerca de la cocina. De inmediato salió corriendo a su recamara y tomó el teléfono. Ya estaba contactando con la policía cuando de repente no se esuchó nada más en el teléfono.
No pudiendo hacer nada más entro en una crisis de nervios. Sabía que alguien había entrado sin su permiso a la casa, y que seguramente era un psicópata. Para calmarse se dispuso a llamar a la persona que había irrumpido en su casa. -Por favor, tome lo que quiera, pero no me haga daño- dijo Nahida, pero no obtuvo respuesta.
En eso se cierra la puerta de su habitación de un solo golpe. Ella grita ligeramente, ya que pensó que el viento pudo haber hecho de las suyas. A continuación se apagaron todas las luces de la casa y su habitación quedó a oscuras. Ella encendió su celular, pero mientras lo buscaba a tientas se cortó con un cuchillo que había dejado en la habitación.
Tomó el cuchillo y se dispuso a abrir la puerta, caundo agarró el picaporte, este estaba al rojo vivo, de un momento a otro había pasado de estar frío a un rojo vivo. Le quemó todo la palma de la mano y gritó debido a este extaraño accidente. N. no podía creer lo que acababa de pasar, se preguntaba si no era solo una pesadilla.
Pasó a intentar abrir las ventanas, pero cuando iba a hacerlo, notó que estaba rodeada de alacranes. Desesperada por encontrarse en tan increíble situación empezó a cortar el piso de la habitación, por suerte era de madera, y si se esforzaba podría lograr coratarlo. Cuando clavó el cuchillo en el piso se oyó un lamento infernal, ella se conmocinó por dicho estruendo y notó que de aquel piso salía sangre.
Parecía que el aire en aquella habitación empezaba a escasear, y cada vez hacía más y más calor. Siguió cortando, ahora con más prisa, cuando de repente notó que alguien la miraba, era a través de la ventana que estaba siendo observada por muchos pero muhcos cuervos. Los cuervos ingresaron, rompieron las ventanas y empezaron a revolotear sobre ella, luego la picoteraon sin piedad y le iban quitando la ropa.
N. se defendía esgrimiendo el cuchillo en todos los sentidos, hiriendo a los indeseables pájaros malvados. Al fin logró cortar aquel piso de madera, y se dio cuenta de la gran distancia que había del primer piso de su casa a la planta, pero se le ocurrió usar la cama como amortiguador de su caída. La habitación se empezó a llenar de agua. N. no sabía de dónde provenía, pero pronto se dio cuenta que no era agua, sino gasolina.
Segundos después notó que de la ventana provenía un fósforo. sin esperar más ella se dispuso a saltar. Busco ropas de su closet y se colocó la mayor cantidad posible, tanto así que parecía tener muchas veces su peso. La habitación llameaba y se consumía rapidamente, saltó por poco, debido a que las llama casi le chamuscan el cabello.
A pesar de todo la caída fue dura. Pero mo llevaba el cuchillo consigo se hirió debido a este. Se lo clavó en la mano, con lo cual empezó a sangrar sin parar. Para evitar desangrarse fue a la cocina, pero evitó caer en unos inmensos que habían aparecido ahora. Debajo de estos habían llamas. Corrió y buscó el botiquín, el cual se encontarab allí, se curó como pudo y pensó en salir de aquella casa.
Ahora el fuego había llegado a la panta de abajo. Pero allí vislumbró al autor de todo aquello, era un adolescente como de 16 años, tenía una soga en la mano y se acercaba hacia ella lentamente. -Aléjate- le dijo. -No profesora, quiero vengarme de usted, y lo haré a mi manera- le dijo el loco.
Ella corrió hasta la puerta, pero al intentar abrirla no pudo salir, estaba completamente inútil, al parecer él la había dañado. -Profa. no se resista, yo la quiero-. Ahora era él el que corría para buscarla. La alcanzó y amarró. -Por qué-dijo N. -porque usted no quiere quererme-. Ya semidesnuda le terminó de quitar toda la ropa.
-Que me harás-dijoN. -no hay mucho que hacer, solo llevarla al cielo y luego lanzarla al infierno-.
Él la violó, luego de eso la colgó y salió de la casa. Todo esto en medio del incendio, pero cuando iba a salir le cayó una viga y quedó en el sitio.
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