Carta a una madre

Tengo tantas cosas para decirte y que nunca te dije, tengo un baúl repleto de sentimientos heridos, mi corazón está lleno de arañazos y mi alma vaga perdida entre tanto recuerdo.

No te imaginas cuanta falta me haces. Siento miedo al contar los días y luego los años, y si te olvido, si un día quiero recordarte y descubro ya no veo tu rostro, temo descubrir el dolor que se esconde cuando la palabra mamá ya no lleva tu nombre, cuando quiero llamarte y tu no respondes.

Las paredes en la noche reflejan tu voz, y las flores del jardín guardan el aroma de tu piel.

Quisiera volar a tu lado solo un instante, sentirte una vez más, quisiera robarle las agujas al tiempo y volver a ser esa niña que un día fui.

Jamás podrás saber lo mucho que me dueles, que mi corazón ya no late intensamente, que mi vida se ha puesto patas arriba y he perdido la razón de una sonrisa.

Nunca sabrás, los miedos que tengo, ni evitarás el dolor de mi llanto, siempre serás mi pena más grande, mi nostalgia, mi recuerdo, mi tristeza y mi anhelo.