Con Maria en un hotel
Por miosoy
Enviado el 26/04/2014, clasificado en Adultos / eróticos
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Nos vimos en nuestra segunda cita, en un hotel, era un lugar bonito, de los que te sientes bien nada más entrar, acogedor e intimo.... Nos sentamos, yo tomé una coca cola y él un café. Nos miramos con ojos vidriados, brillantes, por la emoción, y la ilusión del momento. Estaba muy nerviosa y él también, se lo noté nada más verlo. Estábamos un poco cortados hasta que comenzamos a hablar de nosotros, sin darnos cuenta el hielo inicial, se derritió en un momento, el me cogió las manos y dijo. Yo también, he vaciado mi alma ante ti María...de cosas inconfesables y me siento orgulloso de ti, sus palabras susurrantes y miradas lascivas, hicieron que mi corazón se aceleraba y el tanga poco a poco se iba mojando, mientras mi mariposa me hacia chup, chup. Mi pensamiento volaba. Qué momento más intenso pasé....... Gracias amigo por tu confianza y tu cariño hacia mí.
Subimos a la habitación y cuándo entramos nos quedamos sobrecogidos... Había una cesta preciosa llena de fruta, sobre una mesita y una cama enorme decorada con pétalos de rosas blancas y en el medio de la misma, un corazón hecho de rosas rojas... Junto a la ventana mirando al mar un precioso jacuzzi, Era el momento perfecto y la habitación que siempre había soñado......
Había estado hablando con ella y casi sin darme cuenta la tenia en mis brazos... no puedo contar que me paso, solo se que mis manos se han introducido en su interior y con ansiedad buscaba aquel recóndito lugar... húmedo por el momento, mis dedos acariciaban tu clítoris una y otra vez, tu mordías mis labios de forma ansiosa...es tu manera.
Creo que me tengo que descontar algunos años de mi vida, ya que María ha sacado de mí, unas ganas de hacer el amor algo olvidado, su forma exquisita, y voluptuosa de besar, el tacto de sus labios recorriendo mi cuerpo, la acción de sus manos y la intensidad de sus abrazos hicieron que me transformara en un chaval, lleno de fuego busque con ansiedad su cuerpo, llenando de besos cada centímetro de su piel, con María ya sabíamos a que jugar después de nuestro primer encuentro en la playa, y vaya si jugamos varios partidos, y sin descanso.
Haciendo un símil de futbol...Iría ganado por cuatro o cinco a cero, cuando decidimos ir a los penaltis, los tire de todas las formas posibles por arriba, abajo, de espaldas, de frente
para terminar de a cuatro mirando los dos de frente al espejo, esta imagen casi irreal de tener la suerte de disfrutar, con tan hermosa compañera de viaje, esa estampa atrapada en el cristal...pudo con mi resistencia de hacer mas largo mi camino al cielo
increíble. Exhausto caí sobre su espalda, estando sobre tan apetecible belleza largo rato, fui llenando su cuello, nuca y cara de pequeños y explosivos besos de ternura, este fue un pequeño homenaje a su cuerpo, que era lo que en ese instante sentí, gracias María por ser como eres, superando con creces mis expectativas.
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