Sexo en una tarde lluviosa
Por miosoy
Enviado el 05/05/2014, clasificado en Adultos / eróticos
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Mi cuerpo ardía de deseo. Estaba en un momento espléndido, me sentía amada y deseada.... Desde mi primera cita con él, lo tenía en mi mente y en mi corazón. Era un hombre que me inspiraba confianza y qué entendía muy bien el tema sexual y amoroso.....Ardía mi interior cada vez que hablaba con él y sentía las hermosas palabras que llenaban de emoción mi corazón....
Aun mi cuerpo siente escalofríos, cuando recuerdo mi última cita con ella. Quedamos sobre las tres de la tarde, aquel día en Barcelona llovía intensamente, el recorrido hasta la suite alquilada fue un poco caótico ya que estaba todo colapsado. Después de la inscripción en recepción, una vez dentro de la habitación, con nuestra indumentaria empapada, nuestros cuerpos se unieron en un apasionado beso mientras nuestras febriles manos recorrían con velocidad cada botón y corchete de nuestra empapada ropa, por la copiosa lluvia.
Él me iba desnudando poco a poco con suavidad y ternura...yo no paraba de gemir interiormente y de pensar que quería más y más, estaba ansiosa de deseo y de placer. Anhelante por notar sus suaves manos de terciopelo, dando calor a mi piel...la tela de mi tanga ya húmedo por la lluvia e interiormente por mi mas ardiente sensación de deseo, sus dedos acariciaron mi monte de venus, recibiendo unos callados y gratos temblores de lujuria, ya mi cuerpo sin resistencia, flotaba en la habitación, cuado su voz ronca por el deseo me invito a meterme en el agua calida y gratificante del jacuzzi.
Vamos María, entra en el agua que nos calmara de los escalofríos, ya no se si eran por el diluvio caído, o por tenerla en mis brazos, estábamos enjabonándonos mutuamente y jugando con nuestras manos, le comente que se sentara en el borde del jacuzzi. Poniéndome de pie le ofrecí a mi amigo que estaba deseando ser atendido. Ella con una dulce mirada inicio una sensual y delicada felación, fue sensacional es ahora y recuerdo mis esfuerzos para retener mis ansias de acabar, mi rodillas temblaban, su lindos ojos me miraban disfrutando de mis gestos, su boca recorría una y otra vez a mi compañero .ya no podía más le pedí cambiar de postura. Ella con una pierna dentro del agua y otra subida al borde del jacuzzi yo de pie frente a mi amor, inicie una suave penetración, su sexo húmedo y calido recibía mis suaves embestidas con gemidos de placer...el instante era mágico para recordar, volcado como estaba abrazándola por detrás nuestros cuerpos se convulsionaban de éxtasis, estábamos demasiado excitados, para parar y no lo hicimos, con un fuerte contenido emocional y erótico descargue toda mi lujuria en su interior, María con unas contracciones continuadas recibió mi éxtasis, con pequeños gemidos y se desahogo también de tanta tensión acumulada...por el juego erótico de los últimos días con nuestros mensajes.
Saliendo nos secamos y dándonos besos por toda nuestra piel agradeciendo el momento vivido fuimos a la cama donde queríamos seguir gozando de esa lluviosa tarde Recostado a su lado tomando unos minutos de reposo hicimos un rápido inventario de nosotros, antes de volver a entregarnos el uno para el otro. María repaso mi cuerpo con sus dulces y calidos labios, poniéndome a mil, acometió su ataque decidido ofreciéndome un erótico 69, que causo estragos sexuales en mi cuerpo, haciendo que cambiáramos varias veces de posturas, de cowgirl sin apartar su mirada de la mía mientras me cabalgaba, de a4 contemplando su contorno trasero mirando como entraba y salía, esta sensación me puso a cien, finalmente la postura del misionero mirando su bonita cara y saboreando sus carnosos labios, con tan dulce imagen acabamos rendidos, mirándonos fijamente mientras nuestras descargas se sucedían, en un mar de placer.
Mientras nuestra respiración volvía a su estado normal, con María sobre mi pecho, comentamos el placer recibido por ambas partes, haciéndonos eco el uno del otro, de la belleza y la carga sexual de nuestro encuentro
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