Denunciar relato
Una vez estuve en un lugar hermoso, un lugar tan resplandeciente que cegaría a cualquiera, era un lugar perfecto, no había nadie, solo estaba yo con mis pensamientos. Un extraño, vestido de blanco, se me acerco y me dijo:
-¿te gusta?, tu alma vendrá aquí cuando mueras, siempre y cuando sigas haciendo buenas acciones y tu muerte no sea provocada o planeada por ti misma.
-Es perfecto- Lo dije con una sonrisa en mi rostro.
Minutos después, desperté y me di cuenta que seguía viva, supuse que habría sido un sueño, pero no me costaba nada creer que ese era el lugar que recibiría mi alma después de morir.
Desde entonces, espero ansiosa mi muerte.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales