LA PROPIA EXISTENCIA
Que habría que poner en concordancia la realidad de uno con la realidad del mundo. Porque sino estaría todo distorsionado, no habiendo que deformar realidades y menos aún que éstas resultasen pretenciosas. Pues todo debería intentar sustentarse en la realidad y la razón de ser, para que esto obedezca a una justicia y una sensatez. Y no obrar de acuerdo a estos criterios hace que todo esté fuera de lugar. Y nadie debería contradecir lo que establezca la realidad sino adaptarse a ella obrando para una mejora de cuanto existe. Porque aunque no se quisiera es la misma realidad lo que acabará por imponerse se pretendiera o no se pretendiera. Y habrá que aprender a madurar en función de esto. Por lo que de nada bueno acaba sirviendo engañarse o tratar de vivir con la mentira. Y nadie puede huir permanente de sí mismo y de su realidad. Habiendo de aprender a convivir, por tanto, con lo que es, pudiera y debería ser la propia existencia.
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