RELATO CORTO:
EL DUENDE VIAJERO
El duende se escapaba siempre de la rígida conducta de su mundo.
Se consideraba un renegado, incomprendido, y un inadaptado.
Prefería volar por su cuenta siempre visitaba otros mundos otros lugares.
Se metía en lugares sagrados bebía el vino de las sacristías.
De las copas que servía el tabernero cuando se giraba, el vino había desaparecido.
Vivía siempre al limite, buscaba el riesgo y emociones en su vida.
En el mundo de los humanos podría ser quien quisiera por eso un día.
Era el párroco del pueblo otro, el hombre adinerado que vivía de las rentas.
Así viajo por el mundo conoció gentes, lugares, otras personas formas de pensar.
Mientras lo hacia su cuerpo cambiaba su voz también, en su mundo envejecía
rápido mientras en el mundo humano se hacia cada vez màs joven.
De tal forma que cada vez era mas difícil escapar de su mundo y cuando
estaba en el mundo humano, sus estancias eran mas cortas e irregulares.
Un día no pudo salir de su mundo, se quedó anclado en él sin poder salir.
Nadie entendía su aspecto tan envejecido y demacrado las murmuraciones
crecían al su alrededor tenia la enfermedad del tiempo.
Si... en el mundo de los duendes es imposible envejecer son inmortales.
Pero nada escapaba al sabio consejo de los ancianos y màgicos duendes.
Ningún renegado escapaba a su castigo, quien cruzaba la frontera de su mundo
perdía la inmortalidad
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