Generalmente Rodrigo salía de clases por las tardes, y cada vez que iba camino a casa, se encontraba por la calle con este extraño personaje de tez morena, cabello lacio, largo y recogido con un moño. Con la mirada perdida hacia el frente y siempre andando en sandalias, y que por el resto de sus ropas, se podría deducir que era de familia pobre. No está de más decir que a Rodrigo le jodía ver más de una vez en el día a una persona que no conocía. Si venía ofuscado por las tareas que traía en la mochila, se ponía de peor humor al ver al pelucón pasando a lado suyo como un zombie.
Rodrigo venía preparándose para su primera tesis final de la facultad de periodismo. El profesor Galarza les mandó a hacer un reportaje periodístico de cualquier persona que consideren interesante. De esa nota dependía el ciclo.
Así que esa misma tarde, regresando de la universidad, Rodrigo ya planeaba lo que sería su reportaje. De que trataría y quien lo protagonizaría. Caminaba mirando el suelo y tocándose el cabello. Casi como recogiendo ideas y peinándose a la vez. Cuando se sintió ofuscado al no tener ideas interesantes, recordó a Ale y tuvo una erección en mitad de la calle, que lo hizo jorobarse ligeramente. Al levantar la mirada para verificar si había testigos, se cruzó una vez más con el pelucón. Aquel zombie con sandalias parecía tener cronometrada la hora de llegada de Rodrigo. La erección bajó al instante y la expresión en su rostro se apagó.
***
- ¡Qué huevada!. Si así es el primer ciclo, ya me imagino como serán los demás.
- Eso te pasa por gil. le respondió Memo con voz burlona.
Oe vamos a la casa de Ale, quiero material para mi banco mental de masturbación.
- No pasa nada. Tengo que hacer esta vaina, porque sino estoy cagado.
Después de analizar su respuesta, el foquito neón de la pendejada se encendió y le recordó que Ale lo podía ayudar.
- Ya que chucha, vamos un toque.
Cuando se dirigían a casa de Ale, Rodrigo empezó a hablar del pelucón. Dijo que siempre se lo encontraba cuando llegaba de estudiar y quepensaba que era nuevo en el barrio.
- Si no me equivoco, ese brother es musulmán. Su familia se mudó por acá hace años porque allá el país está hecho mierda. Recién cuando cumplió los dieciocho lo dejaron salir de su jato. Ten cuidado porque son medios locos.
Una voz dentro de su cabeza pareció gritar <<!Bingo!>>. La idea parecía buena y así encontró al personaje de su reportaje. El pelucón podría ser una invitación VIP al bullying, pero también podría salvarle el pellejo en este ciclo y ayudarlo a conseguir algún día, ese bendito título. Así continuaron hablando en el camino, mientras se fumaban un porro. Aquel humo del tabaco exhalado combinaba perfectamente con ese gris del cielo.
***
El lunes llegó y Rodrigo tenía que empezar con su tesis de inmediato. Se había pasado el fin de semana formulando las preguntas que le haría al pelucón. Después de arreglarse un poco, cogió su grabadora de voz y la metió en su mochila, desenchufó su Blackberry que cargaba y se fue a clases. Esperaba ver al pelucón regresando de la panadería con su habitual bolsa de panes pero no fue así. Cuando volvió de clases esperaba cruzarse con él como era usual, pero tampoco lo vio por ninguna parte.
- ¿Dónde se metió este huevón? No aparece cuando uno lo necesita. Ya comenzaba a patear piedras regadas en el suelo y a arrancar hojas de los ficus mientras maldecía en voz baja y caía víctima de la desesperación.
Ya fui, ahora sí jalo el ciclo y la cagada. Metió las manos en los bolsillos y bajó la mirada.
Llegó cabizbajo a casa. Su plan triunfante no salió como lo planeaba. Al entrar a la sala, vio a sus padres concentrados al punto de parecer estremecidos viendo la televisión. Rodrigo dejó su mochila en la mesa y se sentó en el sofá con ellos a ver las noticias.
<<FAMILIA IRAQUÍ SACRIFICA A SU ÚNICO HIJO. Le implantaron bomba en el cuerpo.>>
- Oe ma ese no es
- Sí hijo, es el chiquillo ese que mandan a comprar pan todas las mañanas.
<<Nuri al Madhabi falleció inmediatamente después de que sus padres abrieran su cuerpo y cambiaran sus órganos por una bomba C-4 con detonador. El joven de dieciocho años estaba destinado a explotar hoy en el estadio Nacional. Se sospecha de que sus padres son parte de una banda terrorista y que...>>
Antes de que el reportaje terminara, el celular de Rodrigo sonó. Oprimió el botón verde como si su cuerpo estuviera automatizado para hacerlo cada vez que timbrara y lo puso junto a su oído por inercia. Era Memo.
- ¡Ya ves huevón! ¡Te dije que estaban locos!
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