POR FIN YA AMANECIO TERCERA PARTE

No recuerdo nada solo sé que estoy siendo cuidado en mi pueblo natal me comentaron que llevaba cuatros días inconsciente, pregunte por la condesa, y me contaron que ella me recogió del suelo y en sus brazos gritaba mi nombre empapada en lagrimas no me soltaba, mi apariencia volvió hacer la de un humano y fue ella quien les pidió que me cuidara y que cuando despertara me dijeran que yo no soy su lacayo, me quede meditando era tarde y la luna se asomaba por mi ventana era la quinta noche lejos de mi señora pase la noche en vela y recordé un escrito de las crónicas del padre de mi doncella, “solo el vampiro mas fuerte será la cabeza de los vampiros y deberá llevarlo a su bienestar” , quise levantarme pero no me dejaron, rogaron que por lo menos espera las luz del sol, tuve miedo de sus palabras, porque ya no soy humano y quizás el sol me dañe, pero fui obediente, tanta hospitalidad no podía rechazarla, me levante y fui al baño mi reflejo estaba, tal vez seguía siendo un humano normal, recordé como ese poder recorrió mi cuerpo y me concentre tal vez podía liberarlo, algo dentro de mi quería no ser un humano si no un vampiro y mis deseos fueron aceptados, mi reflejo desapareció, mi piel era pálida y sentía ese poder con el que enfrente a Issa, respire profundo, me relaje y mi reflejo volvió, no soporte mas quería ir al lado de mi señora, antes de que los primeros rayos del sol tocaran mi pueblo me aliste para ir al palacio, abandone el pueblo me despedí de todos y les reitere que ningún vampiro tocara sus puertas, llegue a puertas de la mansión llame por ella y no respondió, entre sin permiso estaba todo en silencio, me concentre para sacar ese poder de vampiro otorgado por mi señora, y la busque, la halle en su alcoba con las cortinas cerradas con su mejor vestido, sin mirarme me dijo ya no eres sirviente de esta casa puedes retirarte, tan ruda como siempre, emane todo el poder de vampiro que corría por mis venas y asombrada voltio su mirada, despacio me acerque y le dije exacto no soy tu lacayo, ella bajo su mirada, la tenia contra la pared y con mi mano en su mentón le levante su mirada y le dije, solo el vampiro mas fuerte puede ser la cabeza de los vampiros y si te me opones no dudare en vencerte para volver a esta casa y quedarme a tu lado, ella me abrazo y entre lagrimas de felicidad me dijo no seas tonto eso es para los vampiros machos y aquí tu eres el único, me miro a los ojos y me dijo además no a quien se oponga a que tú seas cabeza de nuestra familia de vampiro, la bese y los primeros rayos del sol tocaron nuestra mansión y así por fin llego un nuevo amanecer.