Unos buenos amigos, casados desde hace algunos años, estaban próximos a celebrar sus Bodas de Plata; omitiré sus nombres por aquello del secreto de confesión.
Me conto que una tranquila noche de viernes, cuando estaban próximos a apagar la luz e irse a dormir, el, con voz muy suave y tono algo tímido soltó una pregunta como un cañonazo:
- Cariño... ¿alguna vez me has sido infiel en estos años?
- Ay... tontito, es que preguntas unas cosas ¿Cómo se te ocurre?... Claro que no.
- ¿Seguro cariño?... ¿nunca, nunca?
- ¿Y ahora qué se te metió en la cabeza? te digo que nunca nunca!
Pero no te molestes... es sólo que hay días en que aparecen esas ideas. No es que a estas alturas me moleste, pero es que las dudas me matan!
Ella permaneció en silencio un momento, lo abrazó y acercando su cara a la mejilla le susurró:
- Mira mi cielo... si de verdad no te molesta y te hace estar más tranquilo... Si, en estos 25 años te fui infiel sólo tres veces.
El alcanzó a tener un primer impulso de reaccionar pero se tranquilizó, respiró profundo y con voz pausada le dijo a su mujer:
- ¿Tres veces?... ¿Y eso? Ahora no me vayas a dejar lleno de dudas.
- Cariño, no le des más vueltas... fue hace tanto tiempo.
- No, cuéntame... te juro que es mejor.
- Bueno... ¿recuerdas hace como 20 años cuando querías comprar la casa y en el banco no te querían hacer ningún préstamo?... ¿recuerdas que el gerente en persona vino, trajo los papeles, te dio un plazo más amplio y con menores intereses?
- ¿De verdad hiciste ese sacrificio para que yo lograra mi sueño?
Ella movió la cabeza asintiendo tímidamente.
- Tú sí eres la mujer más maravillosa del mundo... pero cuéntame... ¿y la segunda?... cuéntame.
- ¿para qué quieres saber más?... déjalo así.
- Por favor dime... cuéntame.
- ¿Recuerdas cuando te dio el infarto triple?... ¿recuerdas que no teníamos cómo pagar la cirugía? ¿Recuerdas que sorpresivamente el Doctor García se ofreció espontáneamente a hacer la operación, viajó desde Madrid y luego nunca cobró la cuenta?
El la abrazó, la beso y con la voz entrecortada le dijo:
- Mi amor, ¿de verdad tu llegaste hasta esos extremos por amor a mi?... Definitivamente tú eres la mejor esposa del mundo.
Ella sonrió y dejó escapar un suspiro de alivio.
- Pero cuéntame ¿y la tercera?
- Definitivamente ya no te cuento más!
- Por favor, no me dejes con esa espinita, cuéntame!
- ¿Recuerdas... cuando se te metió en la cabeza que querías ser el presidente del club de futbol donde llevas tantos años?... ¿recuerdas que te hacían falta los votos de 32 socios?... ¿recuerdas que sorpresivamente barriste en la elección?
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P.D.-Decía mi abuelo que la curiosidad mato al gato.
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