En aquel sanatorio mental la paranoia se adueñaba de la noche.
Durante el día aquellos locos parecían un docil rebaño .
Los medicamentos que tomaban los hacían dóciles y sometidos a cualquier
situación, enfermeros, celadores, médicos, estaban seguros la mendicación,
amansaba a las fieras controlaban su voluntad.
El hospital, tenia fama
de instituciòn, oscura, rigidas formas y gran hermetismo.
.Aquellos enfermos, que moraban en sus habitaciones e instalaciones.
No lo hacían por su propia voluntad, su mente enferma no descansaba nunca.
Al llegar la noche la cosa cambiaba, la mendicación no resultaba efectiva.
Siempre había unas horas valle, en la que los enfermos, volaban solos.
Es decir su mente no era controlada, los mèdicamentos no hacían efecto.
Los encerraban en sus celdas, con camisas de fuerza, y cerraban con llave
sus aposentos, que parecían mas bien pulgatorios del alma y el olvido.
En una de esas habitaciones el pubis de una mujer joven era acariciado
por un vicioso y fogoso celador, que cada noche yacía con aquella adolescente.
él y después la ronda de celadores
Pasaban por aquella habitación, y no descansaban hasta que llegaba la madrugada.
Por otro lado en los dias de visitas familiares.
un racimo de flores silvestres, alegraba la estancia de aquellas habitaciones.
Cuando los familiares acudían a ver a sus seres queridos.
Así pasaba una año tras otro, y una noche mas, los locos en sus celdas permanecían
atados de cuerpos y manos, pero su mente por unos segundos volaba libre, sin controlar
por la mendicación, solo unas horas al día volvían a la lucidez, y tenían recuerdos,
pensamientos propios alejados de la locura.
En una noche de luna llena los efluvios de la luna alumbraron aquella habitación
oscura, aquella niña ya mujer, suplicó a la luna, un deseo.
No quería ser sometida por la lascivia desmedida y la insana pervesiòn.
A cambio daría su vida si fuera necesario, la luz de aquella luna, había observado
muchas veces aquella escena, tenia curiosidad por saber que se sentía teniendo el
cuerpo de una mujer, la luna consintió aquel deseo.
El cambio se haría en silencio cada noche, y ese deseo duraría para siempre.
Aquella noche una luz de luna, se hizo mujer, y aquella enferma se transformò en un rayo
de luz, y aquella luz, iluminaba aquella habitación, y veía como el cuerpo
de una, mujer era poseído una noche mas por aquellos hombres.
Y una vez terminado el acto, cada uno de ellos, caía consumidos
.Por el ardor de aquella luna transformada en mujer.
Sus cuerpos consumidos por la pasión, enloquecían y perdían la razón.
La causa era inexpicable, la locura de aquellos hombres, no tenia explicaciòn.
Y todas noche y antes del amanecer, en cada noche de luna llena, una bella mujer
anda descalza, por los jardines de un sanitario mental, y los locos aunque no puedan
verla, saben que ella es la guardiana de sus sueños.
Esos que no controlan la mendicación. que hace que su mente sea lúcida y vuele libre.
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