El Lùgubre gemido salia de detràs de aquella puerta.
Y detràs de aquella puerta, estaba aquella pared.
Y tirado sobre aquella alfombra se encontraba los cuadros y objetos
de encima del aparador,despedidos con gran violencia sobre aquel suelo alfombrado.
Algo tenia presa aquel espiritu encerrado en aquella habitaciòn, no le dejaba salir de allì.
La plata estaba escondida en aquel lugar que ella se preocupò de esconder.
Debia de avisar a su marido donde estaba el tesoro, para que no lo utilizara su amante.
Amante que sin saberlo su esposo, era su mejor amigo.
Aquel espiritu solo queria llamar la atencion de su esposo y marido.
Seguia haciendo juegos con las luces tirando los cuadros, pero aquel marido suyo
le encontraba un porque a todo,..¡¡ hace demasiado viento decia!!.
¡¡Otra vez se fue la luz!!.......
No habia manera de contactar con èl si se le hubiera aparecido cuando dormia.
Hubiera dicho que todo habia sido un sueño, a todo le encontraba una explicaciòn.
La situación cambio un buen día alguien entró a robar en su casa.
El espíritu quiso asustarlo, y empezó a tirar cosas a encender luces, y apagarlas.
El ladrón super asustado tropezaba con todo lo que había a su paso.
En uno de estos tropiezos cayó al suelo y una de las baldosas se movió.
Vio una enorme bolsa, la cogió sin pensarlo mucho y salió corriendo de allí.
El espíritu se sintió liberado sin saber muy bien porque, de repente su cuerpo
se hacia mas ligero menos pesado.
Antes de desvanecerse tuvo tiempo de ver como su amante, el mejor amigo de su esposo.
Se lamentaba del robo sufrido en casa de este.
Robo que no entendía muy bien el esposo, no robaron nada de aquella casa.
Tenia guardado 3000 euros, que nadie se llevó, ni tampoco tocaròn las joyas de gran valor.
Està claro que algo debía de haber bajo aquel suelo, algo que el esposo nunca supo
pero su mejor amigo si sabia.
Aquel buen amigo provocó aquel robo que le salió mal, su compinche y amigo.
Se fue con su tesoro asustado por lo que vio en aquel piso.
Lo depositó en brazos de un buen mendigo, que se hallaba pidiendo en la calle.
Nadie sabe que fue de aquel dinero, el espíritu se fue de aquel estado preso en el que
se encontraba, logró su cometido que el asesino amante que acabó con su vida
no disfrutara de su dinero. Vio a su marido feliz ajeno a todo y le deseó lo mejor.
El asesino amante fue capturado en uno de sus robos, y metido preso, por muchos años.
Y aquel espíritu de lúgubre gemido se marcho de aquel piso par no volver jamas.
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