Palabras que no cambian nada

Cuando dos palabras no pueden cambiar nada es mejor callarlas.

Guardarlas en lo más profundo. Enterrarlas y seguir hacia adelante haciendo caso omiso del dolor punzante que intenta salir y ante la imposible escapatoria te muerde y te come por dentro. Te devora las entrañas, el alma.

Te conviertes en un autómata sin corazón. Sin esperanza.

Espero que les haya gustado el relato. Se aceptan comentarios y mas si son constructivos ;)