Denunciar relato
El golpe seco sobre la tierra y la polvareda, hicieron que todos los allí presentes volvieran su cara con asombro.
Se levantó como pudo, nadie lo ayudó. Todos estaban como hipnotizados ante tanta belleza y tragedia. Muy pocas veces podían ver este espectáculo.
Sus enormes alas heridas lo ayudaron a tapar su cuerpo desnudo del que ahora era conciente. Su mirada de pena estremecía, mientras se abría paso entre los murmullos. Y este quien es? se escuchó entre la multitud
Shhhhh, no ves?...otro que se atrevió a desear.
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