Pensamientos al final del día
Por Olaf Arroyo
Enviado el 10/06/2014, clasificado en Reflexiones
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Camino,
entre calles curveadas y sucias
cuando el sol desaparece y su luz se refleja en el rostro de un mendigo.
El viejo anhela días de antaño y teme por el joven,
mientras el joven no se preocupa por nada,
porque lo importante es el estatus, incluso si debe pagarlo con sangre.
El demonio camina por los callejones polvorientos
en noches llenas de sirenas,
cuando el hombre gasta el dinero en mujeres y alcohol,
y sus hijos esperan migajas, y la madre llora.
Incluso en el puerto de los bellos vientos,
las lágrimas generan torrentes más fuertes que un mar embravecido,
pero todo cae a oídos sordos y apariencias que deben mantenerse,
porque el turista paga por monos en zarape y sombreros.
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