Efectos secundarios

No conformes con malas experiencias, la estupidez alimenta la ilusión de algo que probablemente no va suceder. Es la realidad quien nos hace despertar de nuestra película de ciencia ficción.

El tiempo que dedicamos en solo pensar en esa persona, que en el peor de los casos le da tan igual tu existencia; es ese el tiempo que nos privamos de hacer cosas mucho más interesantes solo por estar pendiente a lo que este hace. Pasan los meses y nos volvemos actores o actrices de lo tan drámaticos y exagerados que podríamos llegar a ser a causa de las circunstancias que se da con esa persona en especial. En resumidas cuentas tu común denominador, indistintamente sin saber te dejan una mala impresión, acompañado de una sonrisa hipocrita.

Drásticamente el mazoquismo nos hace sentir plenamente satisfechos, aunque desde otra perspectiva nos hacer sentir incompletos, como si fueramos simples objetos que al día siguiente se desecahan. Aun sabiendo las consecuencias de nuestras acciones, nos hacemos los ingenuos viendo al bueno como el malo de la película y el malo como el bueno repitiendo el ciclo una y otra vez hasta el día que nuestro corazón en pedazos poco a poco se va desvaneciendo.