LAS ALBONDIGAS DEL VASCO
Tal como habíamos quedado con los muchachos del café, nos encontramos esa noche del viernes en el bodegón de Manolo. Años de reunirnos en el bar y nunca se nos había ocurrido ir a cenar. Pero ante la propuesta del Beto:
.- Che, qué les parece si una noche nos juntamos a comer?...La idea fue tomada con entusiasmo general
- Pero, entre nosotros. Agregó. Nosotros quería decir, la mesa de los miércoles, los inteletuales, como nos llamaban peyorativamente los de la del viernes , La mersada. Y entraron a tirar propuestas.
.- Donde se coma bien y barato. .. Moción utópica aprobada.
.- Y limpito
Dijo Cachila que era un idealista.
Al final se votó por mayoría El bodegón de Manolo, que no cumplía ninguno de los requisitos, pero era del barrio y siempre había lugar.
Hoy es la cita y yo espero en esta esquina. Quedamos en econtrarnos a las nueve, son y media , me estoy cagando hambre y no pinta nadie. Prendo un pucho para bancar la espera y lo veo venir al Rengo, inconfundible a cien metros con su andar bamboleante. Un golpe de atrás de mi cabeza y un
.- ¿Qué hacés boludo, acá afuera?...Te estamos esperando
Es Cotolo que salió del boliche y me dice que hace rato que llegaron, que solo falto yo y el Rengo, que Manolo puso unas mesas en el patio para que estuviéramos más frescos. Y yo esperando como un gil!
Entramos, la barra nos saluda cirquera.
.- MANOLO OO!...Grita y llama Codeguín , después de comprobar que estamos todos los auto convocados a la morfada. Estas citas no tienen desertores. El gallego callorda se acerca patizambo.
.-¿ Qué se van a sirvir los comensales ?...Y entrega una lista mugrosa con los platos del día, bebidas y precios escritos en cocoliche.
.- Arriba están las sugerencias del chef. Agrega presuntuoso y continua.- Las especialidades de la casa, empanada jalleja, callos a la madrileña, fabada asturiana, almondijas a la bilbaína
Tinemos un minú internacional. Milanesas, churrasco, papas y huevos fritos salen por minuta
.-¿ Huevos duros no tenés?...Chacoteo Codeguín
.- Pues toca, a ver si están a tu gusto
Respondió Manolo tocándose el bulto.
Cachila papel y bolígrafo en mano cortó la joda, anotó los pedidos y se lo entregó al gallego.
.- ¿De tomar, qué se van a sirvir?...
,. Dos de tinto de la casa, soda y hielo ?...Sugirió Cachila.
.- MARCHEN DOS VASCO VIEJO, SODA Y HIELOOOO!...
Había un ambiente de festejo, distinto al de las mesas del café. Aunque éramos los mismos y tan solo había cambiado el escenario, se me hizo que esa noche, no íbamos a tener la polémica ni el debate acostumbrado. Trajeron la bebida y brindamos.
.-¿Quién pidió albóndigas?...Preguntó el Rengo.
.-Yo, por?
Dijo el Mingo, levantando la mano.
.- Para decirle a los que te hagan la autopsia. Cómo vas a pedir albóndigas, inconsciente?...
.- Sí, ya sé que tienen mala fama, pero
Y comenzó el cuento, mientras a pan y vino, esperábamos la comida.
.- Ya les conté mil veces que soy de Blaquier, bueno resulta que en mi pueblo había un vasco
En realidad había unos cuantos , mi abuela sin ir más lejos, Eustaquia Viskarreta, pero uno de los más populares era el Vasco Blando, el hermano del Vasco Duro
.- Ah, sí, el del cuento de la cinchada con los testículos, nó ?...
. Sí, ese. Resulta que este tenía un boliche de campo. Una especie de pulpería o almacén de ramos generales, pero su popularidad se debía a la comida que servía, especialmente a sus albóndigas con salsa. Un insuperable e inigualable plato que colmaba de comensales la precariedad del comedor del rancho, que se desparramaban como en un pic- nic campestre en el monte de eucaliptus.
Como el vasco era amigo de la familia, desde mi niñez, con mis padres o mis abuelos, hacíamos con frecuencia esas tres leguas para visitarlo. Mi abuela era buena cocinera, con siete hijos tenía bastante práctica y me contaba que desde que comió las albóndigas del Vasco, fue un desafío tratar igualarlas. Él le dio la receta.
Para las albóndigas : * 300 grs de carne de ternera * 250 grs de carne de cerdo * 2 huevos* 60 grs de miga de pan * 3 dientes de ajo *harina * leche * perejil * aceite de oliva * sal ypimienta
Para la Salsa: * 150 grs de cebolla * 1 vaso de vino * 50 grs de salsa de tomate * 1 zanahoria * ¼ l de caldo de carne * aceite de oliva * harina * sal y pimienta
Le salían parecidas, pero no iguales. Estaba ricas, pero las del vasco eran otra cosa
¿qué se yo?. .. .-.- Es la mano, decía mi abuela.. . Pero nó. Habíamos visto que a veces las tenía limpias y le salían igualmente ricas.
.- Tú te guardas un secreto
Le decía mi abuela.
.- Lo sabrás a mi muerte. Le respondía con sorna el vasco. Mi abuela murió y me legó la obsesión por conocerlo. El vasco se puso viejo y se enfermó de gravedad. A mí me preocupaba su salud y le preguntaba al médico del pueblo .
.-¿ y
Cómo anda el vasco?...
.- De esta noche no pasa
Me dijo un día y me mandé para su rancho. Cuando me vio esbozó una sonrisa.
.- Haz venido a despedirme, Chiquillooo?...Trate de darle optimismo, pero el vasco sabía que se iba.
.- Te voy a decir el secreto que prometí a tu abuela. Me dijo ya sin fuerzas. .- A la salsa le pongo Txakoli.
Murió con los ojos abiertos, como dos albóndigas mirando el infinito. Anoté la palabra para no olvidarla, y empecé a preguntar. Mi abuela había muerto, ya no quedaban vascos con vida en el pueblo, solamente sus hijos y sus nietos, pero nadie sabía lo que era.
Al fin, que el Vasco se llevó el secreto a la tumba.
Nos sirvieron la comida y el cuento pasó a ser un buen momento. El apetito usaba la boca para cosas más importantes. Después del queso y dulce, algún flan con dulce de leche, unos eructos, golpes en la panza, aflojar el cinturón, un cigarrillo, y un trago más de vino con buche, el elogio de los platos consumidos.
.-¿ Y cómo estuvieron las albóndigas, Mingo?...
.- Muy buenas, pero
Les faltaba un poco de Txakoli.
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