Ya era de día. Los finos rayos de Sol se filtraban por las pequeñas rendijas de la persiana, echada para tapar la ventana. Ella se levantó, no con cierta dificultad. Torpemente, algo adormecida, avanzó por el dormitorio en dirección al baño. Encendió la luz y vio su agotado rostro, reflejado en el espejo. Se lavó, quitándose las legañas y refrescando su cara con la fría agua. Se sintió más despejada. Luego, volvió al dormitorio.
Bajo la tenue luz que se filtraba por la ventana, se podía adivinar el contorno de un cuerpo sobre la cama en la que había dormido. Tapado por la manta, se podían adivinar las formas curvilíneas de una mujer. Un pronunciado arco perteneciente a sus caderas, una recta línea que señalaba sus alargadas piernas, una pronunciada estrechez relacionada con su deliciosa cintura, otra curvatura, de sus tersos y prominentes pechos, y ya por encima de la manta, se podía ver su cabeza. Su rostro, relajado y adormecido, mostraba una bella serenidad. Su recta nariz, su piel clara, sus suaves y carnosos labios. Sus hermosos ojos color azul claro, cerrados ahora por los parpados. Todo era de una perfección inmaculada. Ladeó un poco su cabeza, apoyándola en la mata de pelo alargado de color rojo escarlata que se extendía como una larga cabellera por encima de sus hombros.
Nunca imaginó que encontraría a alguien así. Nunca creyó en el amor. Para ella solo eran cuentos de hadas con las que contentar al gran público y alimentar las fantasías de las niñas. Niñas como ella, que por esa ignorante ilusión, acabó sucumbiendo a varias relaciones que acabaron pasando factura en su persona e hicieron que perdiese la esperanza de encontrar a una alma gemela con la que compartir el resto de sus vidas. Y entonces, apareció ella. Tan perfecta, tan sensual y elegante. Fue verla y todo pensamiento aborrecible del amor desapareció. Se fueron conociendo, viendo lo increíblemente parecidas que eran, lo mucho que compartían y la cantidad de cosas similares que habían experimentado. Eso, la fue acercando poco a poco más a ella, hasta un punto, en que finalmente discernió que se había enamorado. Al principio, esto le horrorizó. Sabía que su relación era no solo algo mal visto y rechazado por la sociedad, sino que además, era castigado por las autoridades. Podrían arrestarlas, encerrándola a ella en prisión para siempre, mientras que a su amada, ni quería imaginar cual sería su cruel destino. Su relación era un tabú, otro estigma que la raza humana debió de superar hace tiempo, pero que sin embargo, en pleno siglo XXI, aun se consideraba algo abominable.
La observaba en silencio. Como dormía plácidamente. No podía creerse la suerte que había tenido en encontrarla, a pesar de las circunstancias tan poco creíbles, bajo las que se habían producido. Pero por ella, se había atrevido a transgredir las normas establecidas. Por ella, había desafiado a una sociedad retrograda y atrasada, incapaz de entender que dan igual en qué circunstancias se producen el amor, si esas personas son felices, deberían de aceptarlo. Por ella, llegaría al fin del mundo.
De repente, un ruido procedente del exterior la puso en alerta. Al asomarse por la ventana, vio que la entrada del motel donde se habían refugiado se llenó de vehículos de los cuales empezaban a bajar personas armadas con fusiles y provistas de trajes acorazados. Eran sus perseguidores. Alarmada, corrió a la cama para despertar a su amor. Tenían que huir. Si las cogían sería su fin. Y ahora que había descubierto la felicidad, no estaba dispuesta a ello.
Noticias del canal Información Terrestre con Begoña Canterbury:
Saludos a todos. Hoy a las 8 y media de esta mañana, Fuerzas de Respuesta Táctica y Contención irrumpieron en un pequeño motel a las afueras de Madrid, con intención de capturar a las dos fugitivas que llevan en busca y captura desde el pasado mes de Abril. Ellas son la doctora experta en genética Natalia Cascos y la joven Nat, su clon. Ambas están acusadas de violar la regla número 4 del Código de Clonación aprobado hace 10 años en la Cumbre de Dublín: No mantener ningún tipo de relación sentimental con la copia genética creada. Ambas fugitivas han logrado escapar y las autoridades desconocen su actual paradero. No obstante, se han establecido controles en todas las carreteras y el despegue de drones provistos de escáneres para ampliar la búsqueda. Las autoridades ya han puesto una recompensa de 5 millones de euros para quien proporcione una pista sobre su posible paradero.
En otro orden de cosas, las autoridades sanitarias ya han puesto en marcha la nueva campaña de fumigación y control de la posible plaga de mosquitos Aedes Maximus. Como siempre, se insta a la población a seguir los protocolos ya establecidos. Para que no se produzcan más muertes. Les mantendremos informados. Habló Begoña Canterbury en este 4 de Junio de 2046.
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