Denunciar relato
Sobre las huellas de su voz, el tiempo,
dejó pisadas de promesas nuevas,
tarareó una canción para arrullarlas,
y se durmíó con ellas entre los brazos.
El mundo siguió andando,
se sucedieron
los dias y las noches,
los veranos e inviernos,
nuevos hombres nacieron para enterrar los muertos.
Cuando el tiempo despertó de su descanso,
vio al mundo más viejo,
vio al mundo más nuevo,
solo lo inerte seguía en el pasado.
Cuando se detuvieron los relojes
el mundo siguió andando sin el tiempo;
del infinito principio hacia lo eterno.
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