anecdotas de trabajo - cuarto período
Por gabriel
Enviado el 05/07/2014, clasificado en Varios / otros
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pasó la temporada, y quedamos 5 en total. marcelo, coco, walter, hugo, adrian y yo. a ruben ya lo tenian planeado echarlo. justo vi que el encargado del otro turno le cerró la puerta en la cara. el discutia demasiado con
biaggi por cualquier cosa, el es judio y ponia mala cara cuando nosotros hablabamos de chicas o de sexo. pero el punto de quiebre fue fuera del trabajo. era en un segundo partido con el otro turno que el casi se va a las
trompadas con el encargado gabriel. en ese partido jugé horrible, hubo otro pasrtido organizado que por suerte jugué muy distinto a este.
cuando vi el dia que lo echaron como a un perro, pensé en la frase que me dijo tocandose las cejas. parecia que el mensaje desgraciadamente era para el.
cuando quedamos 5, estuvimos 2 semanas limpiando lo limpio. hasta que un dia, llega el abogado de la empresa y nos llama aparte para negociar nuestro despido. ninguno queria hacer juicio, pero la suerte nos tocó a hugo, a adrian
y a mi. adrian en la reunion dijo con vos fuerte: "yo tengo varios años de experiencia en fabricas... fijese" ese mensaje indirecto era para mi. el queria poner su "experiencia" para hacer una salvedad para su persona asi lo
llamara para otra temporada. el sale de la oficina y lo miro con mala cara, entro y charlo con el abogado.
este caradura me prometió que si firmaria un papel garantizando mi vuelta cuando hubiera temporada alta de demanda. y yo como un tarado, dije que aceptaba el acuerdo y despues firmaria tal papel. me dijo dia y hora que lo
esperara en la fabrica para acordar la firma. el acuerdo lo cobramos todo en orden, en cambio ese papel que me prometió, nunca apareció. ese dia y esa hora estuve parado como un idiota esperandolo. no me atendia los llamados y
asi estaba esperanzado en verlo.
ese dia, pensé en que nunca volveria a trabajar ahi... pero el tiempo me dió revancha. cerca de fin de año del 2002 decidimos ir con un amigo por mera casualidad para ver si estaban tomando personal en la fabrica. hubo un par de personas
enfrente de nosotros, señal de que habia empleo. cuando se abre el porton sale uno de los dueños a entregar las solicitudes y dice:
-cuando terminen dejen la solicitud al encargado.- y se sube al alfa romeo negro. pero antes de subirse me mira y me dice- ah, hola!
me sorprendo cuando dijo eso. yo le devolvi el saludo. no tuve dialogo con el, ni era vecino. despues pense que se acordaria de mi por el grupo de hace un par de meses. cuando lleno la solicitud, abre la puerta el encargado gabriel,
alias el chueco, me ve y me saluda dandome la mano y diciendome "como estas!?" otro gesto que me sorprendió porque gabriel estuvo al principio muy poco tiempo con nosotros, despues fue el encargado del otro turno rotativo.
cuando termino de saludarlo y tener una corta charla, de atras sale walter y me dice:
-loco! por fin! no teniamos tu telefono, ni tu direccion. no te podiamos ubicar!- esas palabras me aliviaron. habia personas que se acordaron de mi. a todo esto mi amigo gerardo decia cuando volviamos a casa:"listo, entras vos seguro
y yo sigo esperando".
me llamaron por telefono, como la vez anterior, y empezé a trabajar bajo las ordenes del chueco. eramos 10 personas, la mayoria nuevos y uno mas que vino de la otra planta de montegrande. se llama ramon, pero lo conocí como "chiqui".
gabriel me dice:"andá a ayudar con los bollos que estamos medio lento". subi al primer piso que no cambió nada. saludé a los 6 que estaban en la mesa. uno me miraba como estaba laburando sorprendido por la velocidad que llevaba y le dije:
-ya estuve acá... pero tranqui que no soy buche.- con eso se sintieron un poco aliviados y empezamos a hablar entre los 6 repartiendo preguntas a cada uno.
en un momento del dia, hablo con walter que estaba cocinando. le pregunté por biaggi.
-no, al tano lo re cagaron- me dice- el pensaba que el dueño santos no lo iba a cagar, y le pidió que arreglara la jubilacion y le terminaron dando muy poco.
el sabia del tema porque vivian a una cuadra de distancia y a 3 de la fabrica. cuando nos ibamos juntos a la salida, pasabamos por su casa y el viejo estaba casi siempre a esa hora on su musculosa blanca. me costaba verlo asi, me dio
un poco de desorientacion el hecho de que lo echaran despues de que el viejo se bancara la camada de chicos que tenia que enseñarle una y otra vez. como nos cagaba a pedos por un descuido o desatencion. dandonos consejos, con su tonada a
la italiana, contando chistes malos y nosotros riendonos por compromiso. recuerdo varias cosas de el estando dentro, una era la confirmacion de que me quedaba despues de la primera tanda de despidos diceindome "como safaste, eh!? mirá que
confié en vos... no me falles". otra cosa fue que una vez que el subió sigilosamente por las escaleras y me vió sentado. "estas cansado, gabriel?" me dice. me recorrio un calor interno y pensé "chau, hasta aca llegue".
-tené cuidado con los dueños... a todos le digo lo mismo... ojo...- y siguió subiendo al segundo piso. todos pensamos que estaba descansando o que estaba ocupado en otra cosa. para nosotros fue leve, lo peor fue para los que estaban arriba
mirando por la ventana como llovia.
echó a un pibe que no llegó a durar 3 horas, una vuelta vino hacia nosotros y dijo:
-quien fue al baño y no tiró la cadena?- un silencio se hizo presente en el lugar y uno de los mas antiguos decia: "es que..." y nos empezamos a reir entre todos. por eso y por mas cosas, me costaba verlo en la puerta de su casa saludandonos
con un "que yunta, eh!", una breve charla y listo.
pasaban los dias y se notaba que el grupo de trabajo podia cambiar de humor en cualquier momento. habia demasiados insultos para tener un dialogo. yo trataba de no entrar de esa forma porque no sabia el humor de cada uno para que lo recibiese
de buena forma. decia puteadas de vez en cuando, pero no las utilizaba cada 3 palabras que decia. hubo muchas gastadas hacia un chico en particular que le decian pollo. él le ponia toda la voluntad del mundo, la velocidad te la debia. y hubo 3 pibes
que no me acuerdo sus nombres, que eran insoportables. conmigo por suerte, me trataron de otra forma. porque chiste que me hacian, chiste que devolvia sobre mi mucho mejor. ya sabia como reirme de mi mismo, y eso me sirvió para safar de algunas
situaciones.
CONTINUARA...
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