Recuerdo de su secundaria.
Por Alexander Anthony
Enviado el 09/07/2014, clasificado en Adultos / eróticos
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Hace desde 2 años atrás en secundaria, crecía en Juan una fantasía sexual hacia Raquel. Raquel era nueva, acabada de llegar al instituto, era de esas mujeres hermosas, con unos atributos imponentes, no es de darle mucha importancia a las cosas pero al mismo tiempo es muy temperamental. El simple hecho de poder por verla, alimentar su vista y contemplarla hacia que él se pusiera nervioso ante su presencia, ella prácticamente para él un bálsamo durante los días difíciles.
Tanto Juan como Raquel eran buenos estudiantes, estaba más decir que llevaban buenas calificaciones y no se metían en problemas. A pesar de la exuberante belleza de Raquel, ella no tenía novio y Juan era al que consideran "Nerd". Solo era un estereotipo ya que él tenía un amplio conocimiento.
Durante esos 2 años estos 2 se llevaron muy bien, establecieron una excelente relación de compañeros pero está no pasaba de ahí. Ya empezando el último año de la secundaria se empezó a dar disimuladamente cierto coqueteo, alguna que otra mirada lujuriosa y momentos en la cuales Juan se pegaba demasiado por detrás a Raquel y ella insinuantemente se hacía más para atrás dando pie a la situación. Por lo general esto solía suceder cuando ellos dos estaban solos aunque a veces eran precavidos de que una cámara los filmara y se meterían en problemas. Todo continuaba normal como si nada, nadie en el instituto y ni en el salón de clases se daban cuenta de lo que sucedía entre ellos dos.
Ella en un momento casi se cae mientras estaban en laboratorio ordenando algunas cosas y él estaba detrás de ella en el momento cuando Raquel agarro su miembro para no caerse, fue justo ahí donde Raquel empezaba a sentir el bulto de Juan apretado por el pantalón. Los latidos se aceleran y se agita la respiración pero en ese momento entra la profesora encargada del laboratorio, dando fin a esa situación.
Ante tantas situaciones parecidas, en el último día clases después de salir del instituto dirigiéndose cada uno a sus casa, ambos coinciden en el mismo bus. Durante todo el trayecto hasta la casa de Raquel permanecieron callados sin dirigirse uno al otro la palabra. Ya cuando Raquel se bajaba del bus, Juan pensó que era el momento preciso para dejar la pena a un lado y decirle a Raquel lo mucho que le deseaba. Ambos eran tan intuitivos que él sabía que ella también quería algo con él cada vez que Raquel se mordía los labios indiscretamente.
Ya al llegar a la casa de Raquel y al ver que Juan venía detrás de ella, ella le pregunta: Que haces aquí? Él le responde: Desde hace mucho tiempo te deseo y nunca dejo de pensar, en tus caderas, en tu piel morena. Raquel lo hace pasar a su casa y cierta la puerta, ambos se dan un beso fuerte y prolongado en el cual consecutivamente fueron quitándose la ropa. Él la besó por el cuello y delicadamente fue quitándole cada botón de la camisa hasta poder llegar a ver su bra, para luego rasgarle la falda y quitarle los demás que le queda de ropa interior hasta quedar completamente desnuda. Ligeramente solloza un gemido agudo del placer
Ya completa esta etapa le dice al oído: "No tienes idea desde hace cuanto tiempo te deseo y ese día ha llegado" Con estas palabras comienza a dar besos por toda su espalda, todo su abdomen atravesando sus senos e inclusos sus turgentes pezones hasta llegar a su paraíso. Ya que para ambos era su primera vez, el trato de ser lo más cuidadoso posible para que no le doliera. Él comienza a dar lengüetazos a esos labios húmedos, a introducir sus dedos una y otra vez dentro su vagina haciéndola suspirar y delirar. Luego de eso, paso a rozarle su pene erecto y cálido por su lindo clítoris, Raquel ansiosa no podía esperar las ganas de que se lo introducieran, gimiendo una y otra vez cada vez más fuerte.
Ya estando excitada después de tanta espera Juan le pide a Raquel que se ponga de espalda, con el mayor de los cuidados él se lo introduce suavemente y lo saca repitiendo el mismo ejercicio pero con más intensidad provocándole a Raquel su primer orgasmo y su primera corrida. Se le veía a ella su cara de satisfacción, no tenía idea de lo cuan interesante y rica podía ser esta experiencia y más aun que principiante en esto. Ahí mismo aprovecha diciéndole a Juan cariñosamente: "Maldito, no hay nadie como tú, que me haya hecho sentir algo tan especial, de verdad Gracias" El orgasmo de Juan propiciaba a que Raquel estuviera más excitada provocando su segunda corrida jadeando del placer.
Raquel no paraba de gritar del placer pidiendo más y más y haciéndolo más fuerte, ella era insaciable. Ya al final, ella siente en su vagina ese líquido caliente y blanco que secreta Juan al estar muy excitado. Los dos después de una guerra campal descansan y se besan profundamente una vez más recordando esas recientes escenas que nunca olvidaran y con quien menos se los imaginara. Esto definitivamente hizo relajar mucho su carácter temperamental y hacerla una chica más feliz, quizás más segura o con una mayor autoestima de lo cual ya tenía. Fue en ese momento en que formalizaron su relación y continuaron teniendo sexo durante toda la tarde. Ya en la noche Juan cuando escucho la puerta abrirse, eran los padres de Raquel, así que él tomo sus cosas y se fue por la ventana despidiéndose de ella con un beso.
Ella rápidamente tomo sus cosas las ordeno, tomo una toalla y se metió sin dar mayor sospecha a sus padres. Luego el día del baile de graduación y de la graduación ambos estuvieron juntos ya con su relación formalizada, todos estuvieron sorprendidos ante la pareja que nadie creía, ni veían verlos juntos. Todo lo que empieza con un juego, termina gustando y más si es algo rico.
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