Resulta realmente interesante lo poco que sabemos de la realidad del corazón humano, pues realmente esto se consigue hallar mediante la experiencia, aunque nuestra razón y cultura también pueden ser buenos captadores del grado de bondad o de maldad de una persona. Las conclusiones a las que he llegado son resultado de lo que acabo de explicar, así pues, habría tres medidores del rango de bondad-maldad de una persona, estos son:
La bondad: cualidad que poseen un reducido número de personas. Dentro de este apartado tenemos dos sub-apartados.
A1) Bondad pasiva: es la que poseen todos aquellos individuos que no suelen causar ningún tipo de daño físico, mental o psicológico a sus congéneres, pero su bondad es relativa ya que no están dispuestos a ayudar a alguien que esté en un apuro, excepto que sientan algún tipo de relación afectiva por esa persona.
A2) Bondad Activa: es la representación explícita de la bondad, pues los individuos que la poseen no solo intentan tratar bien a los demás sino que también sienten repulsión por cualquier acto considerado malvado y están dispuestos a ayudar a cualquier persona que necesite ayuda, ya sea por haber sido víctima de una injusticia o por tener cualquier tipo de problema. El grado máximo de la bondad sería el ser altruista o empático, este tipo de persona no solo suele hacer el bien, sino que el bien para él es una forma de ver la vida y entender a los demás.
B) La maldad: defecto que pocas personas tienen. Dentro de este apartado tenemos dos sub-apartados.
B1) Maldad de pensamiento: es la que poseen aquellos individuos que desean el mal a los demás sin una causa aparente, pero que no tienen el interés o el valor para hacerles ese perjuicio ellos mismos.
B2) Maldad de obra: es un defecto propio de los psicópatas, pues son personas que cometen actos miserables simplemente por placer y en muchas ocasiones llegan a justificar sus actos a pesar de reconocer que disfrutan al consumarlos.
C) La semimaldad: Rasgo definitorio del género humano, pues lo posee la mayor parte de la gente. Las personas semimalvadas tienden a pensar o cometer tan pronto un acto bondadoso como uno malvado y generalmente viven en el engaño de encontrarse en uno u otro extremo, pues realmente se caracterizan por ser egoístas e interesadas.
La maldad y la bondad son diferentes para unas u otras personas, no obstante, podemos usar nuestro criterio personal para clasificar a cada persona en una de estas tres categorías.
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