Sangre de galo(IV parte, final)

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Pasaron dos años y la acción se sitúa ahora en el 38 a.C, durante el gobierno conjunto de Octavio Augusto, Marco Antonio y Lépido en Roma, así como el conflicto que Augusto mantenía contra Sexto Pompeyo, con el cual en un pasado tuvo una tregua.

Romenet por su parte se sentía enormemente humillados después de que fuese vencido por Godet y decidió tras sanar sus heridas comenzar un entrenamiento intensivo. Durante dos años recorrió todos los días más de diez kilómetros y combatió con los más valientes de sus hombres, aprovechando cualquier descanso durante sus misiones militares. Además, cuando hallaba a algún galo se divertía torturándole y utilizándole como si de un saco de boxeo se tratase.

Por otro lado, Godet mantuvo su agenda normal, exceptuando uno o dos días a la semana, en los cuales realizaba algún entrenamiento, pero no demasiado intensivo, pues tenía bajo su punto de vista cosas más importantes en las que emplear su tiempo.

Finalmente llegó el momento, tal vez algo de improvisto ya que Romenet se presentó ante Godet cuando este acababa de asediar definitivamente la fortaleza en la cual fracasó el ataque dos años atrás. Godet aceptó el reto y combatió contra él, durante el combate se notó la mejoría de Romenet, pues logró tirarle del caballo, tras lo cual empezó a atacarle frenéticamente, aunque Godet esquivaba con verdadera maestría sus golpes y logró volver a subirse al caballo, tras lo cual atacó a su rival, el cual se defendió y en cierto momento logró herir a Godet en el pecho, tras lo cual le dijo—:

— ¡Eso te pasa por enfrentarte al poder de roma, ahora muere!

Godet paró todos sus ataques y su contrincante furioso repitió—:

— ¡Muere!

Godet volvió a parar sus golpes y de un espadazo logró desarmarle, tras lo cual le amenazó con su arma, provocando que este dijera—:

—Bien, lo conseguiste, ahora ya puedes matarme.

—No.

— ¡Maldición otra vez me atacas con tu maldita piedad! ¿Acaso crees que me beneficias?

—No es mi intención herir tu orgullo, pero ten en cuenta que nuestros padres se mataron mutuamente y si yo ahora te mato a ti, lo único que conseguiré es que el odio persista durante una generación más como mínimo, incluso puede que durante más tiempo.

— ¡Maldito idealista!

— ¡Abandona la Galia y vuelve con tu familia, pues si permaneces aquí tal vez cambie de idea!

Romenet se volvió a sentir humillado y abandonó el lugar sin mediar palabra, pero obedeció al vencedor del combate, pues abandonó el lugar y se llevó a parte del ejército consigo, consiguiendo liberar a parte de la Galia del dominio romano.

Por otra parte, Godet se tambaleaba herido en su caballo, cuando a mitad de camino regresando a su aldea se encontró con Gounde, quien patrullaba con sus soldados cerca del bosque. Al verle le preguntó por lo ocurrido y rápidamente le llevó antes los druidas, los cuales le sanaron y le preguntaron si conservaba el amuleto de su padre, a lo que Godet contestó que sí y lo mostró. Uno de los druidas le dijo—:

—Yo le di este amuleto a tu padre y le advertí que le daría suerte con respecto a la victoria, pero que no era seguro que sobreviviese, sin embargo, ha servido para que tu vida no te fuese arrebatada por el enemigo, pues es preferible que viva el hijo al padre y estoy seguro que él también lo hubiera preferido así Godet.

Una vez hubieron llegado a Gestatiorum, Gounde le dijo a Godet—:

—Has conseguido un gran logro y por eso yo te nombro héroe de la Galia, por tu labor de pacificación en nuestros territorios. Además, yo ya soy viejo y estoy demacrado, por lo tanto me complace anunciarte mi renuncia del cargo de jefe de la aldea y tu proclamación como futuro jefe en breve. A pesar de nuestra reciente victoria, se avecinan tiempos difíciles al negarnos a aceptar el dominio romano y tu deberás estar dispuesto a defender lo que es nuestro con sangre. La sangre de la Galia por la sangre de Roma ¿Estás dispuesto?

Godet respondió afirmativamente con un movimiento de cabeza y al poco tiempo fue nombrado jefe de la aldea, con el respaldo no solo de su aldea, sino de todos los pueblos rebeldes de la Galia.


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