Al calor de tu cuerpo

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
16480 visitas

Marcar como relato favorito

"Esta noche otra vez solamente con la compañía de un café... Noches gente"

Actualizo su ultimo estado de Facebook por esa noche, vio a su alrededor, una hermosa terraza donde perfectamente se ve la luna, la miro por largo rato, al terminar su café, se dio un baño tibio reconfortante, se cambio una pequeña túnica hindú que solo alcanzaba a cubrir abajo de sus glúteos, se miro al espejo y pensó "no estoy tan mal... Tengo unos hermosos senos, grandes tengo una cintura normal, caderas estrechas y no estoy tan mal de atrás... Además..." sintió un movimiento pero al voltear a ver no había nadie, se relajo en su sillón donde profundamente se quedo dormido; despertó en un extraño lugar miro a su alrededor y de la nada un hombre con túnicas de árabe apareció ante ella - la hemos estado esperando desde hace tiempo señora - ¿quién eres? ¿Por qué me esperabas? - no solo yo señora, lo espera mi amo. El joven con la túnica era bellamente hermoso, alto, espaldas anchas, y ojos color miel, barba larga y tupida, la guio por un camino de piedras, llegaron a un bello jardín, lleno de flores hermosas, en un lugar junto a un pozo, esta un hombre semi desnudo, si el otro era bellamente hermoso este se llevaba el primer lugar; se lavaba la cara y cuando se levanto ella pudo ver todo de él, su cuerpo escultural, pelo en pecho, ojos verdes, moreno, larga, cabello largo, solo llevaba unos pantalones blancos que con el agua se le podía ver todo, su hermoso miembro tan grande como… - Por fin has venido, ven toma mi mano - ¿Quién eres? ¿Cómo me conoces? – te he visto a través de los sueños y no sabes que tanto te deseo. La alzo con sus fuertes brazos y la metió en un cuarto donde toda la habitación era blanca, blancas sabanas, ella lo miro fijamente, mientras el se acerco y en su oído susurro – si algo no te gusta solo despierta y ya. Abrió sus piernas con delicadeza y le quito el bikini que llevaba – me encanta tu aroma a flores frescas. Empezó con uno de sus dedos a jugar su clítoris - ¿Qué… queee gggg…. Ella no dijo nada mas, el empezó a jugar con su lengua mientras ella se retorcía de placer, los dedos de sus pies solo se veían encoger y alargarse mientras que el la llevaba a otro mundo, ella lo miro como una fiera, y mientras el la observaba, se puso de rodillas y mirándolo fijamente dijo – me toca a mi, solo dime que es lo que no te gusta. Ella saco el pene del sujeto, grande y gorda, se lamió los labios y empezó a meterla a su boca poco a poco, jugo con su lengua un rato la puntita, y al verlo el solo podía tener una cara de placer, el chico la agarro de sus largos cabellos rojos, y la obliga a seguir chupándosela, mientras que ella se tocaba y se mojaba mas, agarrándola del pelo la alzo, llena de baba, la lanzo a la cama – ponte de cuatro - ¿Por qué? - ¡que lo hagas! La agarro y empezó a metérsela poco a poco, ella empezó a gemir, en eso de una sola vez el tipo se la metió y empezó a hacerla suya, solo se oía el sonido del choque del culo de ella con el, ella se excita mas y mas - ¿te gusta? - ¡si! ¡quiero mas! Mientras la mantenía en esa posición la agarro del cabello y tiraba de ella mientras ella pedía mas y mas, ella se corrió, tuvo un orgasmo el saco su pene y empezó a lamer su entrepierna - ¿puedo hacerte una pregunta? - ¿Qué es? -¿Cómo te llamas? –tu solo dime Nassim. La tomo de las manos mientras el mordía sus pezones y bajaba mas y mas en eso, puso las piernas de ella en sus hombros y empezó a devorarla una vez mas, pero esta vez fue mas salvaje, le dio la vuelta y del lubricante que ella producía agarro y lo puso en su trasero - ¿Qué haces? – te va a gustar. Empezó metiendo solo la puntita mientras que con su otra mano jugaba su clítoris, poco a poco, ella solo gemía, era dolorosamente rico, - ¡mas, dame mas Nassim! Exclamo, el se la dejo ir completa y la metía y sacaba, primero despacio y después fuertemente mientras apretujaba sus senos y sus pezones, mientras hacia esto el le dijo - ¡ya me voy a venir!- hazlo dentro mío, mi amor. El saco de su trasero el pene y lo metió en su vagina extasiada, se podía ver liquido blanco escurriendo entre sus piernas – estas tan deliciosa, Miranda.

Despertó y se vio otra vez, en su triste departamento, acostada sola con una taza de café y con una computadora.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed