El submarino nuclear TANÍN había salido del puerto de Jaffa con todo su arsenal, le fue necesario navegar durante una semana hasta que llegó a su destino en el Océano Atlántico, allí los técnicos se encargaron de revisar los misiles tierra-mar POPEYE TURBO SLCM de largo alcance, cuando se cercioraron de que estaban en perfecto estado esperaron la llamada de la voz. En el otro extremo del Índico el submarino chino TYPE 094 JIN con capacidad para 16 misiles JL-2, los cuales podían ser lanzados con total precisión a más de 14.000 kilómetros de distancia, también esperaron las órdenes de la voz. El último de los rezagados en llegar fue el TYPHOON americano quien después de meses sumergido cartografiando el terreno salió a la superficie en medio del Océano Pacífico, todos sus misiles TOMAHAWK con múltiples cabezas nucleares estaban preparados para obedecer a la voz.
Cuando La voz tuvo constancia de que los últimos tres submarinos que faltaban habían llegado a su destino, habló de forma personalizada a cada una de las treinta tripulaciones, no se extendió mucho, no le hacía falta, sabía de sobra que ejecutarían sus órdenes sin pestañear, nadie le había visto en persona, nadie sabía que aspecto tenía, sin embargo le seguían incondicionalmente desde que les prometió un mundo mejor, uno a uno les ordenó que lanzaran sus misiles, así lo hicieron y entre todos destruyeron la tierra.
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