Denunciar relato
Sed amarga, cruel esclavo
Abrigando la carencia
Más el mar que viene alzado
Trae sedimentos de miseria
De lo propio a lo escaso
Del devenir de los días
Se entristece la alegría
De ver inacabados los vasos
Mundo ruin, soez, esquivo
Deslucido, si os merece
Que no arredra al distraído
Más si para, ¿quién padece?
De maltrechas acerillas
Donde posan tantos pies
Y recogen las plumillas
Lo que los ojos no ven
Vive al fin el escribano
Que rellena lo olvidado
Convirtiendo lo pagano
Maravilla, puesta en mano
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