EL CUENTO DE LA CIGARRA
Por david mateo cano
Enviado el 22/07/2014, clasificado en Fantasía
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Nunca fui un gran estudiante pero sí un gran observador, y esto último me ha dado mejores resultados que ser inteligente, pondré un ejemplo para demostrarlo. Una vez observé como una cigarra ponía unos huevos bajo tierra, hice una marca y teñí los huevos de rojo sin saber muy bien por qué, muchos años después vi brotar a unas pequeñas cigarras y entonces me acordé de lo que hice en su momento, cogí uno de los insectos y se lo dejé a una botánica para que lo analizara, me dijo que se trataba de una cigarra del género Magicicada, investigando sobre el asunto me sorprendió lo que descubrí, esta cigarra tenía una particularidad muy especial que consistía en que una vez que depositaba sus huevos, las larvas permanecían diecisiete años bajo tierra hasta que nacían, conseguí en un laboratorio que me diseccionaran una larva y que me separasen sus genes, hecho esto me los inyecté, la consecuencia de tal acto fue tremenda, mirando mi reloj y visionando un vídeo que grabé antes del experimento, he comprobado que he permanecido diecisiete años durmiendo, y que mantengo el mismo aspecto físico que cuando empecé mi largo sueño.
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