Denunciar relato
MILONGA PARA LAS COPLAS
Me fui detrás de un cariño.
volví solo y sin amor
lamiéndome las heridas.
y aguantándome el dolor
hice risas de mi llanto
y de mi pena alegría
en coplas que largué al viento
sin saber adónde irían.
Una guitarra cantora
les puso plumas y alas,
animándolas al vuelo
las despidió una mañana.
Volvieron años después
en la voz de otro cantor,
con sus crías en bandada
convertidas en canción.
No tienen dueño las coplas,
son del pueblo que las canta,
son hijas del corazón
que salen por la garganta.
De alegría o de tristeza,
mansas o de rebelión
las coplas son como el aire
sin patria, padre, ni dios.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales