Tan Diferentes

Tan diferentes somos, dos amantes tan cercanamente distantes, alejados por la mano de diferencias, envuelto en tu esencia que me es de cierta manera agradable, pero también, repudiable, tu eres tan tu, yo soy tan yo y aun no logro comprender aquel lazo tan fuerte que me unio a tu ser, como si fuese uno mas de aquellos rasgos en tu terso rostro dotado de dos pequeñas arrugitas a los costados de tus mejillas de tantas risas que tu esencia y ser emanaba, te sentía dulce, como una muchachita virgen que observa el pasar del rio, perdida en sus tan puros pensamientos, tan crédula, perdida en la incertidumbre.

No lo sabes, pero he aquí un hombre, perdido en tus ojos, un suicida dispuesto a saltar por aquellos abismos negros y perderme en lo profundo de tu alma, estudiarte, apreciarte de una mejor manera, pero sigo aquí, lejano a ti, perdido en la soledad y la ausencia de tu esencia, anhelándote, intentando que aquel dolor que derivara a la muerte, sea combustible para hallarle respuesta a tu esencia, y de alguna manera personificarla, de poder verla totalmente desnuda, en su total esplenditud.

Puedo estudiarte, puedo verte, pero no soy capaz de rozar con estos viejos y muertos dedos el calor de tu piel, ni con estos viejos petalos como los de una marchita flor rozar tus brillantes y palidos labios. Ha de ser mi mente entonces aquella que me deleite con sentires ajena a toda experiencia, y de esa manera poder acobijar en lo que se podría llamar de errónea manera, un recuerdo de tu boca, de tus besos, de tus caricias, de tu piel, de tu mirada.