LOS MIRONES
Si algo me molestaba era sentirme objeto de una observación constante. No porque pensara que querían meterse en mi vida o creyera que me espiaban con intenciones aviesas. Resultaba...no sé cómo decirlo, incómodo para mí que cada vez que saliera al patio las encontrara con la cabeza encima del tapial. Pero ahí estaban. Al comienzo trate de ignorarlos, mejor dicho, que ellos se sintieran ignorados, no te veo, no existís, porque me parecio que esa actitud desenfadada de mostrarse en el tapial, era algo así como una provocación, te estoy mirando y qué !...yo estoy en mi casa, si no te gusta metete adentro, la vista es gratis, aquí están, estas son, las cabezas del mirón !...Pero yo las veía, estaban ahí inexpresivas, como en estado hipnótico, esas caras paradógicamente descaradas. Mi segunda táctica fue hacerles gestos insultantes. Querían guerra ?... pues guerra iban a tener, no sabían con quien se metían, comencé a sacarles la lengua, a hacerles fuck off, cortes de manga y otros gestos de insultos universales. Pero nada, No acusaban recibo, como si no me vieran. Pero me veían, yo se que me veían. Por algo estaban allí, día y noche, con frío o calor, como si no tuvieran otra cosa que hacer que ocuparse de mi vida.. Entonces me dije, tal vez sea hora que me escuchen. .- Manga de atorrántes, qué mierda están haciendo ahí, putos, malparidos, hijos de una y remíl putas, porqué no se van a mirar a la cooncha de su abuela !!!...Luego me sentí culpable. Tal vez lo que querían era compañía, un gesto de amor, una palabra de cariño y buscaban en mi algo que nunca habían tenido, que diera sentido a sus miserables vidas. Recordé a Julio Mafud, " Los seres del 2.000 no van a vivir sus propias vidas, vivirán la vida de los demás. Quizás no tenían televisor y yo era su Rial o su Tinelli. Acaso mi vida, que yo consideraba rutinaria y aburrida, no podía ser para otros, indigentes de afectos, lo que siempre quisieron ser o tener ?... Como podía ser tan egoísta que les negara esas migajas de mi pobre existencia ?...
Lo que para unos es trapo, para otros es bandera, reflexioné y tuve una actitud amigable. Cada vez que salía al patio los saludaba sonriente .- Hola amigos, como están, que gusto de verlos, espero que tengan un buen día, cualquier cosa que necesiten, ya saben, para algo están los vecinos...no para mirarlos como unos boludos, retardados, con esas caras de pajeros. Si, me fui al carajo. Pero qué me tenía que hacer cargo yo de las falencias ajenas ?...Demasiado tenía yo con mi perro y mis gatos como para ocuparme de desconocidos que podían ser vaya a saber que cosa, Tenía derecho a mi privacidad, si no ne meto con nadie, que no se metan conmigo, que joder. Nadie podía decirme que no había tratado de lograrlo de forma pacifica, solo me quedaba una opción, la violenta. Tomé mi revolver y como en los stands de tiro de kermese, los fui bajando uno a uno.
Y ahora los extraño, te juro, los extraño.
Neco Perata
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