Hacia varios minutos que el reloj hacia sobrepasado la hora nona y aún ella no daba atisbos de aparecer.
Habiamos quedado el dia anterior despues de mucho tiempo que llevabamos intercambiando impresiones, conociédonos a través de internet. Y al final, una vez meditado decidimos saber quienes éramos ya que nunca nos habiamos intercambiado fotos, decía que asi nuestra pasión aumentaría aún mas.
Y no se equivocaba, el deseo de querer conocerla era cada día más intenso, mas fuerte soñaba con su físico en como sería, si era guapa, si realmente me decía la verdad o todo era un engaño, si intentsba reirse de mí..
Hasta que no pude mas y le pedí una cita a la cual ella accedió inmediatamente segúnme dijo, tambien tenia ganas de saber quien era yo.
Teniamos tantas ganas, o al menos eso pensaba, que decidimos vernos a la noche siguiente.
Mientras recordaba todas las veces que habiamos "hablado" los camareros se despedían de mi.
Y allí, bajo la lluvia con la mirada puesta en la cristalera del restaurante, decidí irme a casa.
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