Jugó a una sola carta, imitando a sus actores favoritos. Aquellos que aparecían por la pequeña pantalla en blanco y negro.
Se sentía bien, eufórico sabía que iba a ganar, tenía que ganar. Se lo había prometido a su hijo, a su esposa a todo lo que le importaba y... Se lo jugaba a una sola carta.
Eduardo perdió su empleo hace mas de dos años, ya no cobraba tan siquiera el subsidio por desempleo. Vivía de las chapucillas que iba haciendo aquí y allá, de sus suegros , de lo poco que cobraba su mujer limpiando casas. Estaba desesperado. Así que una una vez mas, volvía a pedir dinero a sus suegros pero esta vez tuvo tuvo que mentir.
Se acerca al kiosco de Pepe, "el Lotero del pueblo" y compra varios décimos de lotería.
Pasan los días, crece el nerviosismo, se esconde de su familia para que estos no lo noten hasta que llega el día D.
22 de diciembre las 08:00 h de la mañana y Eduardo con el transistor en el oído esperando, y esperando y esperando....
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales