La religiosa ( PARTE II )
Por ALVARO VILLA REY
Enviado el 10/09/2014, clasificado en Adultos / eróticos
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Salgo en busca de Txema, sé por donde puede estar, tenemos una ruta fija de bares.
Localizo a Txema en el bar Gurea, al verme me sonríe y con su dedo pulgar me hace la señal romana de haber sido vencido, yo solo le sonrió y me acerco a el.
.- ¡Qué tío, nada! ya te he dicho que es una chica muy repipi, no ves con quien va, conla Santade Marta y los dos pringaos.
Me dice Txema, sin perder su sonrisa y regodeándose por creer acertar sus malos augurios.
.- Tío, vamos a cenar en Bermeo, luego cogemos un taxi y nos vamos a Gernika.
.- ¡Gaizka, no jodas que vas a insistir!
.- ¡Txema esa mujer! Hoy va a ser un gran día para los dos.
Son las diez de la noche, ya henos cenado en el bar Fruniz, Txema no ha dejado de darme la chapa insistiendo que la dejara, que me olvidara de ella.
Las doce de la noche, hemos llegado a Gernika, a partir de ahora mi objetivo y misión es encontrar Amaya.
El mejor ambiente de Gernika a estas horas se concentra en la calle don Tello, en los bares; Lehizar, Anaiak y Biltoki y otros bares de la zona, peinamos la calle para localizarlos.
En Gernika hay un ambiente increíble va a ser difícil localizarlos.
Los bares están llenos hasta los topes.
Llevamos más de dos horas por la zona, nos hemos ventilado más de seis calimotxos y no consigo encontrarlos.
Txema sigue insistiendo y augurándome sus malos presagios.
Ya me estoy cansando de escuchar sus tonterías e insistencia de volver a Bermeo.
Las agujas de mi reloj van a marcar las dos de la madrugada.
Txema insiste con volver.
.- ¡Gaizka, yo me voy a volver a Bermeo!
.- ¡Pero no ves el ambiente que hay aquí! Bermeo estará vació, está todo el pueblo y comarca aquí en Gernika,
.- ¡Tío, estas obsesionado con esa estúpida mujer!
.- ¡No! ya no, ahora estoy en la fiesta ¡paso de ella! No tienes razón, vamos a cambiar de ambiente ¿Subimos a la zona de los pub y discotecas?
.- Si Gaizka, vallamos a la parte de arriba.
Cambiamos de ambiente.
Estamos ya en la zona de arriba de Gernika, en la calle Juan Calzada y adyacentes, aquí están los pub y discotecas.
Con toda la gente que hay en la fiesta, ya no espero encontrarla, me he dado por vencido, Txema y yo seguimos tragando kalimotxos y fumando porros, no tenemos que conducir.
Ya han dado las cuatro de la madrugada en mi reloj.
Nos dirigimos a la discoteca Zigerta, en el camino nos encontramos con unos conocidos de Mundaka, nos unimos a ellos, en el interior de la discoteca el ambiente es brutal.
La fiesta sigue, uno de estos amigos a los que nos hemos unido viene diciendo.
.- Tíos ya habéis visto lo buena que esta la tía que esta con Marta, Javier y José.
Txema me mira con cara de sorpresa, creo que también con un poquito de recelo porque sabe que me voy a marchar a buscarla.
.- ¿Donde están?
Le pregunto al amigo mundakés.
.- Al fondo en la parte mas oscura, a la entrada de los baños.
Sin decir nada a nadie, ni tan siquiera a Txema, sin despedirme, me voy para acercarme hasta donde puede estar Amaya y sus acompañantes.
Ya los he visto a los cuatro y ellos me han visto a mi, he apreciado en la cara de los chicos rabia, odio y todas las expresiones negativas, Marta al igual que los chicos la he notado repugnantemente fría, en cambio el recibimiento de Amaya ha sido con una sonrisa preciosa, he podido escuchar sus pensamientos que me dicen ¡rescátame, sácame de aquí! ¡Sácame de al lado de estos aburridos!
Llego donde están los cuatro y me coloco al lado de Amaya la agarro de la mano para bailar, esta sonando Roxanne, The Police, ella a mi lado se ha venido arriba, me hace una demostración de toda su sexualidad con movimientos y contoneos, aprovecho para agarrarla de la cintura acercármela a mi, los dos estamos jugando, yo la cojo, ella se me escapa, me deja cogerla y la vuelvo otra vez a soltar, jugamos, la música nos acompaña es nuestra cómplice, es la banda sonora que acompaña a nuestros juegos.
Ya no hay nadie más a nuestro alrededor, nos hemos aislado, tan solo estamos ella y yo. A su lado estoy feliz, el tiempo, el espacio, es solo para nosotros dos.
Suena la banda de Queen, luego Scorpions, su balada, Still Loving You, esta canción va a ser la que marque todo el inicio de nuestra relación y que cada vez que suene esta canción recordare para siempre a esta mujer.
.- Amaya quieres que cuando termine esta canción salgamos de aquí a tomar algo.
.- ¡Si!
Salimos de la pista hacia la barra que está abarrotada, la llevo de la mano, no hay un solo hueco en todo el mostrador para pedir nuestro trago.
.- ¿Amaya salimos de aquí? ésto está petado.
.- Si, pero tendré que decirle a Marta y los chicos que estoy contigo.
.- ¿Volver otra vez? ya nos han visto que salíamos juntos ¡Son mayorcitos! no se van a perder, no creo que tengamos que avisarles de nada.
Agarrados de la mano tiro de ella hacia la salida, ella me deja que la lleve.
En la calle los dos nos reímos por nada, nos miramos y volvemos a reímos, sin saber por que.
Mi reloj marca las seis de la mañana, sin soltar su mano entramos en una cafetería más alejada del bullicio, con un ambiente mas tranquilo, música más suave. Yo pido una Coca Cola, ella una caña, la gente que está en la cafetería es mayor que nosotros, hay mesas ocupadas, los hay que ya están desayunando. La providencia ha querido y nos ha preparado una mesa en una esquina discreta, en el lado opuesto al de donde está la gran pantalla, que consigue que todos los clientes mantengan su atención y miradas en la televisión.
Es como si lleváramos mucho tempo juntos, creo que la confianza es recíproca. De vez en cuando le acaricio sus manos y su pelo, ella no me lo impide, me habla de su estancia en Madrid, de las religiosas y sus
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