UNA HISTORIA NADA EMPIRICA

Aquella historia era inverosímil nadie daría crédito.
Lo conoció un día que andaba paseando y tropezó con él.
Era un hombre de paupérrimo aspecto iba dando tumbos
y diciendo incongruencias, se lo topó de frente al doblar una esquina.
Lo miro a los ojos y le hablo de su presente, pasado y posible futuro.


A cambio solo me pidió la celebración de mi natalicio, el día concreto.
Que cuando lo celebrara recibiría un regalo satánico, seria una corona de flores.
Así sucedió el día de mi cumpleaños recibí una corona en ella iba
una nota y en ella decía;
" Feliz cumpleaños de tu amigo el vagabundo".


Cuando la leyó pensó lógico, que me la mande le dije mi día de nacimiento.
Eso no es difícil de comprobar, que si alguien sabe cuando es tú
cumpleaños te mande un regalo, aunque no entendía muy bien el regalo.
Aquello era una corona de muerto, muy bonita y costosa, eso si pero, no entendía.
El porqué del regalo le pareció de muy mal gusto, recordó aquel encuentro.

Y le angustió la certeza con la que acertó cosas de su pasado, presente y probable futuro.
Lo sabia todo de él, así que se puso nervioso y volvió a mirar aquella dedicatoria..
Mas abajo leyó la invitaciòn para un funeral, la corona iba dirigida aún tal Don Nadie.
Aquella tarjeta daba la invitaciòn y señas donde velar al muerto.

Tuvo la curiosidad de ir y allí vio aquel cuerpo sin vida, en medio de la calle.
El paupérrimo mendigo supo el día de su muerte, y quiso que yo lo velara.
Así hice cumplí su última voluntad el mismo día de mi cumpleaños.
Aquella experiencia era cualquier cosa menos empírica, era rara, misteriosa e inverosímil.