Guión FASTIDIANDO A LA SECRETARIA (Parte 9-1)
Por Ignacio_IFC
Enviado el 13/08/2014, clasificado en Varios / otros
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ACTO 9: SESIÓN GOLFA VECINAL
Era un miércoles al mediodía y la mesa del mal se encontraba vigilando a Brígida para así poder planear la siguiente putada que le iban a hacer a la sufrida secretaria. En esos momentos, Ponto salió del despacho abriendo la puerta con furia y los otros siguieron haciendo como que trabajaban pero mantuvieron la antena puesta y, gracias a eso, escucharon la siguiente conversación:
PONTO: Brígida, necesito que me haga usted un favor.
BRIGIDA: Siempre a sus pies, sr. Ponto. Dígame que necesita.
PONTO: Este fin de semana mi señora y yo tenemos un cóctel de empresa en el hotel VISTABUENA y quería pedirle si puede usted hacerse cargo de mis 3 hijos pequeños.
BRIGIDA: Lo haré encantada, señor Ponto. ¿A qué hora y que día es tal evento?
PONTO: Tiene que estar usted el viernes a las 20h en mi casa. La dirección la tiene en el Excel con las fichas de los empleados y la Dirección.
BRIGIDA: Perfecto, señor Ponto. Este viernes allí estaré.
PONTO: Se lo agradezco. Ah! Y vigíleme a esos zánganos de allí (Se refiere a Caín y los otros). En cuanto vea que no arriman el hombro, hágamelo saber. Gracias.
El jefe se metió de nuevo en el despacho y Brígida continuó trabajando y mirando de vez en cuando hacia la mesa del mal. Estos habían escuchado todo cuando Iván dijo:
IVAN: Ejcuchad, creo recordar que Ponto vivía en una zona de chalets. Ya sé lo que vamos a hacer. Necesitaremos: Un anuncio de scorts masculinos, un proyector, papel de entrada de cine y una furgoneta.
Llega el viernes por la noche y Brígida se dirigía contenta a casa de su jefe. Dos días antes había conocido a un chico encantador que decía ser un antiguo compañero de estudios y, después de que los niños cenaran y se acostaran, el chico vendría a charlar y reencontrarse con Brígida. Cuando llegó, Ponto lucía un smoking negro con pajarita también negra y su mujer, Felisa, un elegante vestido de noche. Ponto le dijo:
PONTO: Bien, Brígida, tiene usted la cena en la nevera preparada. En cuanto cenen, que se acuesten y tiene usted en el salón dos películas de mi filmoteca particular para ver esta noche. Nosotros volveremos a las 12 y media. Que vaya bien y procure que no se le suban a las barbas.
BRIGIDA: No se preocupe, señor. Todo irá bien.
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