La noche fue larga para mí, mucha decepción de un solo golpe, camino por la orilla de una playa desierta, las olas del mar me reciben con las manos abiertas, yo le entrego un amor destrozado, un alma hecha pedazos, un corazón apagado. Quiero olvidar lo que fui, quiero despertar una mañana lejos de aquí, no quiero otra noche llena de mentiras, donde las caricias ya ni casi se miran, necesito perder el sentido y despertar llena de dudas olvidando lo que fuimos.
La mañana que buscaba, sin pensarlo ya llegó, el sol entra por la ventana y yo no entiendo nada, alguien despierta en mi cama, le miro asombrada y con preocupación, quien es este diablo, que conmigo durmió.
No reconozco su cara, su mirada no me dice nada, pero he de ser sincera este extraño consiguió que olvidara mi dolor.
Camino desnuda por el salón, recogiendo una a una la ropa que él me quitó, me atrapa un mar de dudas y no sé como escapar.
Siento el agua de la ducha caer, la figura del extraño atraviesa la pared, sin saber porque, siento sus caricias en mi piel, el vapor me envuelve arrastrándome hasta él.
Esto es una locura, es simplemente placer con aroma de ternura, ya no tengo nada que perder.
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