Casa de campo

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Estaba sentada en el porche de mi casa de campo. Mis padres me regalaron esta casa cuando cumplí los dieciocho, y se lo agradezco, sinceramente.

¿Sabéis porqué me encanta esta casa?

Desde hace años, he tenido una vecina muy... caliente. La deseo como a nada en el mundo, pero por desgracia ella ya tiene novio. Pero siempre me provoca... y el otro día no me pude resistir más.

***

Estaba cortando el césped, pero me moría de calor, así que entré dentro de casa y cogí una botella de agua fría. Salí fuera y empecé a beber, cuando de repente veo a mi vecina delante mía, mordiéndose el labio, mientras miraba mi paquete. Me atraganté y escupí sin querer el agua. El agua calló sobre su camiseta.

-Lo...lo siento -Dije mientras tosía.

-No pasa nada -Dijo y me guiñó un ojo. Se quitó la camiseta, y...

¡No tenía sujetador¡

Estaba con sus preciosos pechos, mirándome mientras sonreía traviesa. De repente noté como un bulto se hacía cada vez más notorio en mis pantalones, puse la botella de agua tapando mi erección, intentando disimularla. Ella puso su mano en la punta de la botella y empezó a bajar y subir la mano.

-Eh..¿Pasa algo? -pregunté intentando no mirar la botella.

-No... -Dijo y sonrió. -Solo quería ver a mi vecino preferido. -Dijo y me dio un beso en la mejilla.

Quitó la botella y empezó a masajearme la erección por encima de los pantalones. Me besó con pasión y entonces la empujé contra el césped. Me quité toda la ropa quedando desnudo, y ella hizo lo mismo. Le penetré muy fuerte, tanto que gimió. Me estaba liberando, llevaba tanto tiempo deseando follarme a esta zorra que ahora lo hacía con muchas ganas.

-Oh... Sigue sigue¡¡ -Gritó y gimió.

-Sigue zorra... vamos perra, córrete¡¡ -Dije y aumenté la velocidad. Solo se escuchaba mis huevos chocar contra su sexo y ella gimiendo.

De pronto me corrí dentro de ella. Sonrió como una zorra que era y se metió mi pene en la boca mientras que manojeaba mis huevos con la otra mano. Me volví a correr en su boca y me levanté del césped.

-Has sido una perra muy buena -Dije y me fui de allí. Ya me había liberado por todos estos años.


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