Su arduo trabajo acababa de finalizar, una sonrisa de oreja a oreja le asomó de pronto sin poder hacer absolutamente nada por contenerla. Sentía una inmensa paz y se encontraba en armonía con el universo, sin embargo, al tener ahora todo el tiempo libre del mundo para hacer las cosas que él siempre había soñado, descubrió que en aquel momento se sentía aburrido, hastiado de su vida, pues realmente disfrutaba del trabajo por muy agotador y demoledor que pudiese resultar y francamente según trabajaba pensaba en ciertos proyectos que nunca tendría el valor de afrontar, ya que aquel trabajo le dejaba demasiado cansado como para poder afrontar nada más y tras terminarlo definitivamente, tan solo quería descansar el tiempo que su inmenso hastío le permitiese sin volverse loco.
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