Deseo oculto

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…Me quede helada frente a la computadora, no podía creer lo que mis ojos veían, era su nombre seguido de una solicitud de amistad. No lo entendía, hacia mil años que no sabía de él, toda la vida había sido mi amor platónico, desde que lo conocí cuando sólo tenía 11 años, y me perseguía para darme de globazos en carnavales. Durante la secundaria intentamos algo sin ningún éxito, él era muy bruto para tratar a las niñas y yo muy engreída para soportarlo…en fin le di aceptar a su solicitud, e inmediatamente me llego un inbox con su mail, agrégame para chatear por el Messenger dijo…yo temblaba. No sé qué tenía este hombre que aun a la edad que tenía me hacía temblar, estaba tan rico? Pues si tenía lo suyo, alto, delgado, moreno como el chocolate, dientes blanquísimos que hacían contraste con el resto de su cara. Lo acepte, inmediatamente una ventana se abrió…Ceci??? Siiii, yo tratando de ser la más casual del mundo, como si hablase con cualquier otro amigo con el cual no tenía contacto hacia años, empezamos a chatear, resultaba que ahora era casado, con 2 hijos, yo lo mismo, trabajaba de diseñador gráfico en un diario local, yo era una chica móviles, así me bautizo el, pasaron los días, sin que ninguno de los dos tocara el tema de nuestros rollos de adolescentes, cuando todo el colegio sabía que os gustábamos, pero él nunca me supo hablar con franqueza, y yo siempre andaba con enamorado, hasta que un día llego la pregunta, algún día has pensado en lo que paso entre nosotros??? Bueno dije yo, la verdad si, a veces, aunque no me explico que fue lo que tuvimos, te conozco años y bueno sé que hubo un gusto, pero la verdad no sé porque nunca estuvimos juntos, y él me dijo, es que tú nunca estabas soltera, jajaja me reí yo, estaba de moda, si me dijo es que estabas bien rica!!! Yo me sonroje, y le respondí tú también…me parecía increíble hablar así con él, en el pasado no había habido ninguna conversación larga, ni siquiera fuimos amigos, solo nos gustábamos, y mucho…

Las conversaciones se tornaban imprescindibles, podíamos pasar horas chateando, conversando de esto y de aquello, hasta un día me dijo, te puedo ir a recoger al trabajo, yo automáticamente le dije que sí. Fue la noche siguiente a recogerme, y lo vi, seguía igualito, él me dijo, bruto como siempre, has engordado y se rió, yo me sentó de lo más insegura, solo le metí un manso en el brazo y el me cogió la mano, jajajjaja cachetona me dijo, yo lo odie, como era posible que este bruto me gustara, siempre fue así, toda la vida, un bruto…caminamos un rato y de ahí tomamos carro hasta el barrio, el seguí viviendo en su misma casa, a pesar de eso mil años que no nos veíamos, nos despedimos, yo sin entender que pasaba. Al día siguiente chateamos nuevamente y yo le pregunte para que había ido a verme, y me dijo para ver si aún estás rica, yo le dije idiota, jajaja y él me dijo te ha crecido el culo me dijo, y yo me enoje, pero en el fondo me gusto que me dijera eso. Corte la comunicación por varios días. Hasta que un día me llamo, al celular! Increíble, habíamos intercambiado números, y recuerdo claramente que él me dijo, yo nunca llamo a nadie, a mí me llaman más bien, yo decía que se ha creído este patán, y aunque me moría por llamarlo, nuca lo hice, es por eso que me sorprendió, y me éxito que me llamara él. Me dijo para vernos, yo acepte, tenía rabia que me sintiera tan vulnerable nuevamente con ese idiota, pero que hacía, el me encantaba, y me ponía a mil que me demostrara interés.

Salimos juntos, a tomarnos unas cervezas, obviamente diciendo mentiras a nuestros esposos, bueno se nos subieron los tragos, y nos fuimos a un hotel. Era uno caleta, cerca de mi trabajo, entramos y subimos las escaleras, el me dio pase para subir primero, yo subía moviendo mis caderas lo más sexi posible, pero me sentía tan insegura a su lado, era el eterno interrogante, le gusto tanto como me gusta el?? Entramos al cuarto, y yo me senté en la cama y prendí la tele, estaban pasando una película, luego me saque las tabas y trate de lucir relax, aunque en el fondo estaba súper nerviosa, él se acostó a mi lado y seguimos hablando, de lo más normal, hasta que de repente me quito el control remoto y me empezó a besar, wow, que besos, yo me sentía en las nubes, me besaba en la boca, con su lengua me comía los labios, jugaba con mi lengua, me mordía, yo también le respondía, siempre me han dicho que beso rico, el estaba encima mío, por encima d la ropa me empezó a acariciar los senos, las pompis, el cabello, yo estaba mojadísima ya, me saco el polo y el sostén, sentir nuestro cuerpos tibios que se tocaban por primera vez era lo máximo, mis pezones estaban durísimos, también hacia un poco de frío,, el me acariciaba me besaba, me pellizcaba los pezones, yo gemía, estaba sintiendo tanto placer, que sentía que me desmayaba. Luego metió sus manos en mi pantalón, y llego hasta mi papita, te has depilado me dijo, yo le dije siempre me depilo y se sonrió, asuuu su sonrisa me encendió mas, casi me vengo en ese momento, me saco el pantalón y yo me puse de espaldas, enseñándole mi culo blanco, el contraste de nuestras pieles me excitaba, el me acariciaba todo el cuerpo, yo solo me dejaba. Seguimos besándonos hasta que yo quise saber de qué tamaño era, y la verdad no me decepciono, la tenía larga, no era muy gruesa pero si estaba de buen tamaño, sin pensarlo me la metí a la boca, él se quedó en silencio, yo se la mamaba muy aplicadamente, tratando de volverlo loco, pero él no decía nada, me cogió de los hombros y me susurro sube, yo bien obediente me subí, empezó a cabalgarlo muy fuerte, sentía como mi jugo salía a borbotones, simplemente me deje llevar y disfrutar de este macho que siempre me había encantado, él se sentó también y mientras lo cabalgaba el me comía las tetas, yo el cogía la cabeza, lo besaba el me besaba, me movía más fuerte, sentía que iba a explotar, sintiéndolo dentro de mí, veía mi piel blanca junto a la suya, tan oscura, como un chocolate, yo movía mis caderas, de un lado al otro, gemía de placer, eres gritona me dijo, yo le dije sí, porque no te gusta? Él me dijo si me encanta, yo grite más cada vez, sentía caliente mi cuerpo, respiraba entrecortado, mis entrañas ardían, estaba recaliente, sentí que mi orgasmo era inminente, lo mire a los ojos, sentía que me venía, empezó a moverme más fuerte aun, el gemía yo gritaba, explotamos juntos, hasta ese momento en mi vida no me había sentido tan rico, comerme a ese hombre fue lo máximo.

 


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