PENELOPE NO ACABA (CONTINUACION)

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PENELOPE NO ACABA, HISTORIA DE UNA ANORGASMICA 
 Pero. .No sería fácil que alguien supiera donde vivía una tal Penélope, así que pregunté por una mujer mayor, que vivía con un joven y un enano Y. una vez más mi astucia y sagacidad me llevaron al éxito.- Ah, sí, la casa de los enanitos… me contestó el primero que abordé. – Vaya por aquí, doble por allá, siga hasta… Todo acompañado de indicaciones de manos. Mientras iba en camino pensaba en eso de los enanitos. ¿ había más de uno, el hijo, sería del enano Pepe ?...Cuando los encontrara tendría la respuesta, me dije, y seguí el camino. A poco de andar divisé el Monte, hacia la izquierda, según lo dicho, la casa verde. Un par de jóvenes  liliputienses , pasaron a mi lado. Les hice la pregunta pertinente y para mi alegría me señalaron que golpeara la puerta.  ¡Eureka!... Exclamé  alborozado.Un hombre de edad, pero de la misma estatura, me abrió la puerta. Le pregunté porPenelope. Me presenté. Le di la razón de mi visita, me escuchó con sorpresa y amablemente me invitó a pasar.- María…llamó desde  la entrada.- Tenés visita…
Una mujer se acercó a nosotros, tuvo un breve e inaudible dialogo con él, caminó hacia mí, y extendiendo su mano me dijo.
-  Yo soy María, Penélope a muerto.
- ¡ Noooooo ! … exclamé desgarrado.
.- No se alarme, yo fui esa mujer. Mejor dicho yo soy esa mujer físicamente. Solo murió el espíritu. Pero pase, tome asiento y cuénteme a que debo su visita?... Señalando al hombre agregó.
.- El es Pepe, mi amigo y compañero, como un padre para mi hijo Cristian.
Dado La buena voluntad que había demostrado al recibirme, creí oportuno , con su consentimiento, leerle lo que había escrito sobre ella hasta el momento. que es exactamente lo que ustedes ya leyeron, y pedirle la autorización de su publicación en la cual agregaría como final,
lo que surgiera de su relato en la entrevista.  Luego de escuchado, María tras consultar a Pepe, aceptó complaciente. Por lo cual, paso a transcribirles literalmente lo que surgió de ella.
Con voz pausada y cálida fue rememorando esos momentos que yo ignoraba.
.- El 19 de abril de 1987, casualmente el día en que cumplía cuarenta años, un hombre extraño, bajo y delgado, lampiño, de cabeza grande, orejas pequeñas y puntiagudas, boca como de un pez ventosa y ojos oblicuos, y una piel cetrina verdosa, fue el participante al show concurso, que usted ya conoce. Cuando lo vi sentí una repulsión que aún hoy conservo a pesar de que la experiencia pudiera mostrar lo contrario. Pero yo era una profesional, y como tal tenía que aceptar las reglas del juego, cuando se desnudó mi vista se posó en su bajo vientre, allí una pequeña protuberancia, algo así como honguito champiñón de no más de dos centímetros, caía lánguidamente.  Conteniendo la risa, pensé, que pasé el otro, pero solo le pregunté.- Cuál es tu nombre ?...De su orificio bucal sin labios, surgió una voz gutural . – Paráclito… Evidentemente la suerte le había sido tan esquiva como a mí. Y bueno me dije, al mal tiempo buena cara, y me extendí desnuda en la cama. Él se acostó sobre mí, y sentí una extraña vibración que me recorría todo el cuerpo, un dulce cosquilleo que desde mi sexo se  me transmitía a todo el cuerpo,  mis movimientos armonizaban instintivamente con los suyos, un liquido tibio bajaba de mi vagina, lo abracé con mis piernas y me dejé llevar por el placer.  Un gemido profundo y  un. – Misión cumplida !… acompañaron un derrame caliente que me inundó  y me llevó a un espasmo de placer . Lo abracé con todas mis fuerzas, lo sentí todo dentro mío y gemí, grité, aullé, lloré…Si eso no era el orgasmo, por lo menos era llegar al cielo. Mi cuerpo se relajo, volví a la realidad, abrí los brazos y él no estaba.Franz ante su desaparición me dio el dinero correspondiente al premio. Esa fue la última vez que fui Penélope…
Cuando volví de la conmoción que me había provocado su relato, me atreví a preguntarle.
.- Por que cree que Franz  no me contó este hecho?...
.-  Por miedo, había desaparecido un hombre,  yo había sido la causa y  prefirió ocultarlo. Como es un tipo honesto y me aprecia, pensó que ese dinero me pertenecía y nos separamos como amigos.
.- O sea qué, Cristian es el hijo de esa relación…dije estúpidamente, sabiendo lo obvio de la respuesta.
.- ¿ Y por qué  vinieron a el Monte de los Olivos?... Yo había intuido la causa, pero quería que saliera de sus labios.
.- El nació en Belén. Porque yo fui testigo de Jehová, y vi una analogía con el relato bíblico, yo también era virgen, José es mi compañero, y  Paráclito es la denominación griega del Espíritu Santo.  Para cerrar la historia, lo invito a que mañana nos encontremos en el monte. Al amanecer. ¿ Le parece bien?...
Me despedí  de ellos con la promesa del encuentro, y me fui saltando en una pata. Los momentos vividos y la ansiedad por el que venía me mantuvieron en vela a pesar del cansancio corporal. El sueño me dominó cuando ya casi era hora de levantarme. Salí corriendo  sin siquiera haber tomado unos mates y llegué a la cima del Monte cuando el sol alumbraba la escena. María, sentada en posición yoga,  mirando hacia cielo con los brazos extendidos y los dedos como diciendo  ¿qué pasa?...   En un Mantra Om... Un semicírculo de doce enanitos y en el centro, Cristian su “redentor”, el Enanito Verde, predicando a sus discípulos,  

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