¿Qué es el miedo? Se preguntaba ella constantemente. Tenía miedo a todo, caminaba cogida de la mano de alguien porque siempre tropezaba. Tenía miedo de la oscuridad o de lo que pudiese traer los amaneceres. Nunca estuvo segura en ningún sitio, ni en su propio hogar. El miedo se apoderaba de ella lentamente conforme pasaban los años. No era especialmente valiente y por tanto no lograba superar al miedo que desde bien pequeña la acechaba. Cuando apareció él, el miedo se duplicó, no quería que se fuese como lo habían hecho otras personas a lo largo de tu vida. Tenía tanto miedo al ser abandonada otra vez. No se imaginaba una vida sin él y por tanto vivía en un constante ir y venir de nervios a causa del miedo que sentía solo de pensar que algún día podría perderlo. No conseguía vivir en paz en ninguna estación del año. Tenía tanto miedo a la vida que éste logró superarle. Hasta que un buen día de la noche a la mañana, él se fue, llevándose todo el miedo que ella sentía. Lo peor que le podía pasar era perderlo y ahora que lo había perdido ya no sentía miedo por nada del mundo. Sufrió tanto que sabía que no existía ninguna cosa que le volviese hacer sufrir de esa manera.
Se atrevió a lanzarse desde el acantilado más alto sin pensárselo dos veces, andaba por la noche sin temblar al ver su sombra, y dejo de sentir miedo por el mañana. Vivía su presente. No tenía miedo a la muerte, luchaba batallas sin temer perderlas. Se hizo valiente y fuerte con el paso del tiempo. No le tenía miedo a nada, ya había estado en el fondo del pozo rodeada de oscuridad y soledad y todo lo que tenía que venir no iba a ser ni la mitad de malo de todo lo que había sucedido. La vida le vacunó antes que a los demás pero sirvió para ayudar a otras personas a vencer sus miedos y a no ahogarse en un vaso de agua.
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